Ciudad Guayana.-Desde su creación en 1979, la Diócesis de Guayana ha tenido 5 obispos, una extensión de 53.596 km2 abarcando los municipios Caroní, Piar, El Callao, Roscio y Sifontes del estado Bolívar, abrazando a 850.00 feligreses y cada 24 de noviembre celebramos un año más de su nacimiento.
El 2 de agosto de 1979, el Santo Padre Juan Pablo II con la carta “Cum Nos Domini Nostri Mandato” separó la Arquidiócesis de Ciudad Bolívar, lo que es el Distrito Caroní y Municipio Andrés Eloy Blanco del Distrito Piar, y con este territorio dividido, se erigió la Diócesis de Ciudad Guayana.
El 24 de noviembre, el Monseñor Ubaldo Calabresi, Nuncio Apostólico en Venezuela, ejecuto la carta “Cum Nos Domini Nostri Mandato”, declarando canónicamente erigida y constituida la Diócesis.
De esta manera, en los 42 años han pasado 5 obispos, el primero Medardo Luis Luzardo, que venía como primer obispo de la Diócesis de San Carlos, estuvo desde el 20 de agosto de 1979 hasta el 26 de mayo de 1986, teniendo el honor de recibir al Papa Juan Pablo II en su visita a Guayana.
Luego, Monseñor José Jesús Núñez Viloria, que estuvo hasta 1990, tras él, llego el arquitecto del proyecto diocesano de renovación pastoral, Monseñor Ubaldo Ramón Santana Sequera, que estuvo hasta el 2000. Sucediéndolo llego el Monseñor Mariano José Parra Sandoval que estuvo hasta 2017.
El quinto y actual obispo de la Diócesis de Guayana es Monseñor Helizandro Terán Bermúdez, está desde el 7 de octubre de 2017.
Diócesis de Ciudad Guayana en tiempo de pandemia
En una declaración a Soy Nueva Prensa Digital, Monseñor Helizandro Monsalve contó sobre la actualidad de la Diócesis de Guayana.
“Cuando se habla de la Diócesis de Guayana, hablamos de un territorio bastante extenso que va desde Puerto Ordaz, pasando por San Félix hasta Las Claritas, específicamente del kilómetro 80 en Piedra de la Virgen camino a la Gran Sabana”, declaró al respecto de la gran extensión de la Diócesis.
También comentó sobre los retos que enfrenta como Monseñor de la Diócesis y su idea de continuidad.
“Son muchos los retos pastorales que tenemos, debemos seguir con el Proyecto de Renovación Diocesano, un proyecto que lleva muchos años, desde la época del Monseñor Ubaldo Santana, a lo largo de ese tiempo ha seguido su trayectoria y necesitamos darle continuidad”.
Uno de los objetivos de la Diócesis es preparase para el Sínodo de la Sinodalidad que estableció el Papá Francisco para el año 2023.
“Estamos trabajando en busca de renovar un poco toda la información pastoral de nuestra Diócesis de cara al Sínodo a la Sinodalidad, que se llevará a cabo en 2023 en Roma”, dijo Terán Bermúdez.
Además, añadió que están consultando a las parroquias, comunidades cristianas de cómo van caminando en la Diócesis, cómo va el acompañamiento y cómo se van haciendo realidad la sinodalidad.
La pandemia afecto las labores, más no detuvo a la Diócesis a realizar el seguimiento y ayuda pastoral.
La Diócesis continuo su labor social a pesar de la pandemia
“Por supuesto, la pandemia ha fracturado el trabajo pastoral que veníamos haciendo. Sobre todo, porque antes de la pandemia habíamos decretado el año de la fraternidad, acontecimiento que estaba preestablecido en el plan de renovación y que prácticamente fue bruscamente interrumpido por el virus”, expresó Monseñor Helizandro.
“Estamos esperando que todo se normalice para quizás dar continuidad a ese año de fraternidad o si lo clausuramos”, informó Monseñor Helizandro Terán sobre las dificultades que han tenido con la situación de la COVID-19.
A pesar de todo, en el último año el Monseñor Terán insistió en que la Diócesis nunca paro su trabajo de ayudar y brindar apoyo a los que lo necesitan.
“Aun cuando hemos estado en pandemia y los templos estuvieron cerrados, la labor de la iglesia diocesana a través de Caritas y la Pastoral Social hemos atendido a comunidades con jornadas médicas y entrega de insumos y alimentos a los más necesitados”, comentó.
También, acotó que muchas parroquias han proyectado el trabajo social en su entorno inmediato de manera que puedan ser una forma de alivio para los más necesitados.
Juventud en la Diócesis de Guayana
Para cerrar, el Obispo de la Diócesis de Guayana destacó la juventud del clero y el compromiso por el trabajo social.
“Me siento muy contento y feliz de estar aquí en Ciudad Guayana como su quinto obispo, es una diócesis joven con un clero joven, muy comprometido con el trabajo social y bueno, estamos tratando de construir cada día una iglesia más humana, en salida, misionera y esperemos que con el correr del tiempo podamos consolidarnos como un ámbito donde el reino de dios se haga más realidad”, finalizó el Monseñor Helizandro Terán, Obispo de la Diócesis de Guayana.
Víctor Solórzano Arenas
Pasante
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