En la época de lactante, la primera compañía amorosa del niño es la madre. Esto le da confianza y seguridad e inicia un incipiente sentido de la sexualidad a través de diversos medios, como chupar, recibir mimos, tocar, tender los brazos, cambios de pañales, baño.
Al fin del primer año de vida comienza el descubrimiento de los genitales por tacto accidental seguido de manipulación voluntaria de los mismos.
Desde principios del segundo año de edad ya aparece el aumento de sensibilidad genital con autoestimulacion consciente que puede conducir a la masturbación voluntaria precoz, pues esta ya puede presentarse desde los 3 a 4 años en adelante.
El conocimiento de su propio cuerpo e inclusive de su sexo va surgiendo de estas autoexploraciones previas, pero sobre todo por imitación y estimulo de los modos de conducta sexualmente diferentes de cada padre en relación al sexo que le han asignado al hijo.
La diferencia de sexos o identidad de género las asimilan los niños en los años de preescolar por las oportunidades de observación(cambio de pañales de otros niños, baño a su hermanito)y por la identificación con los modos de conducta sexual de cada padre.
A partir de los 3 a 4 años ,los niños elaboran sus propias explicaciones y teorías infantiles respecto a las peculiaridades de su sexo y hasta experimentan temores que los conduce a hacer preguntas a sus padres.
Después de los 5 a 6 años de edad las relaciones con los padres y con otros niños son medios de aprendizajes de las relaciones interpersonales asociadas a la sexualidad. Aprenden que las madres tienen hijos y los padres no;se fantasea que la niña puede rivalizar con su mamá y el niño con su papá. Expresan deseos y celos con el progenitor rival se manifiestan en muchas formas de comportarse.
La edad escolar, a partir de los 7 años, es la de «latencia sexual». Los escolares tienen mayores intereses en el aprendizaje general, pero persisten en ellos interrogantes y preocupaciones de carácter sexual que ocultan a los adultos (lecturas o revisiones de libros o revistas con motivos sexuales, masturbación, contactos o juegos sexuales con niños de igual o de otro sexo: «yo te muestro lo mío si tu me muestras los tuyo».
La edad escolar es un periodo de homosexualidad normal, el niño juega con niños y las niñas juegan con niñas. Hay cierta negación de intereses heterosexuales y es la mejor época para completar la enseñanza con respecto a los temas de la reproducción.
Los padres no deben esperar a que surja la explosión de la pubertad para ofrecer al niño toda clase de conocimientos, ni que el médico exclusivamente lo haga en lugar de ellos.
El Pediatra debe ser para orientar bien al respecto, en una plena conciencia de su propio sexo, de lo contrario comunicará cosas inconsistentes que no sienten y que van a crear desconfianza en quienes las reciben. Debe ser a su vez receptivo, objetivo, comprensible y lo menos crítico posible.
Hasta la próxima.-
Dr. Hugo Lezama Hernández.
Pediatra Puericultor. Egresado de la Universidad de Oriente (UDO).-
Miembro activo de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría. Filial Bolívar. Secretario de Relaciones Institucionales, Período 2021-2023.-
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