Francia. ¿Y si la principal amenaza para que el esloveno Tadej Pogacar no ganara su tercer Tour de Francia no estuviera en la carretera? El ciclista del UAE, que domina la prueba desde el inicio en Copenhague, reconoció que el covid es un peligro real que «puede echar todo a perder».
El noruego Vegard Stake Laengen, compañero de Pogacar, abandonó el Tour tras haber sido controlado positivo en un test que se hizo por la mañana, tras haber sentido dolor en la garganta.
TEST CADA DOS DÍAS
El UAE hace test a todos los corredores cada dos días y todos dieron negativo anoche, pero el escandinavo finalmente acabó por tener síntomas, sinónimo de abandono inmediato de la carrera.
La baja de Laengen es una pérdida de un gregario para Pogacar, muy útil en el llano, pero sobre todo la muestra de que la pandemia sigue presente y que acecha al pelotón. Incluido al maillot amarillo.
El noruego es el primer ciclista que tiene que abandonar el Tour por covid. Antes del inicio de la carrera en Copenhague, su compañero Matteo Trentin causó baja por el mismo motivo, pero fue sustituido por el suizo Marc Hirchi.
El francés Geoffrey Bouchard, del equipo AG2R, también abandonó esta mañana por la pandemia.
AMENAZA REAL
Pogacar, que demuestra una gran confianza en sus opciones de ganar el Tour, reconoció que la amenaza es real.
«El covid empieza a ser preocupante. Por desgracia, la pandemia está ahí y no nos salvamos de ella. No podemos arriesgarnos a correr enfermos, hay que tomárselo en serio», dijo el ciclista tras su tercer puesto en la etapa de Lausana.El esloveno sabe que un positivo por covid puede privarle de su tercera corona consecutiva pese a que la conquista está bien planteada sobre la carretera.
«Cada día hay miles de aficionados animando en las cunetas. Es algo que me hace muy feliz, porque así es nuestro deporte. Pero también aumenta las posibilidades de contagio», señaló Pogacar.
LOS RIVALES SON LOS CICLISTAS
¿El covid es el rival? «No lo creo. Los rivales son los ciclistas del Jumbo y del Ineos, pero es cierto que puede echarlo todo a perder», agregó.
El director del UAE, Josean Fernández Matxín, aseguró que la formación hace «todo lo posible» para que ninguno de sus componentes se vea afectado.
PROTOCOLO REFORZADO
El protocolo en el seno del equipo emiratí es contundente, con controles cotidianos gracias a sus propios métodos y una rutina que evita al máximo los contactos.
«Tenemos máquinas propias como las de los hospitales, los corredores duermen en habitaciones individuales, higienizamos todos los días los cuartos de todos, cada ciclista tiene un masajista…», relató el preparador.
TOUR NO IMPONE EL MISMO RIGOR
El Tour no impone el mismo rigor que en las dos pasadas ediciones, cuando trató de meter a los ciclistas en una auténtica burbuja aislada del resto del mundo.
Pero después de que la pandemia repuntara en el último mes y con la sombra de lo sucedido en la pasada Vuelta a Suiza, donde casi 70 corredores se vieron obligados a abandonar tras ser controlados positivos, decidió endurecer las normas y generalizó la mascarilla.
Además, sometió a test a todos los corredores antes del inicio en Copenhague y volverá a hacerlos este lunes en los Alpes durante la segunda jornada de descanso.
MEDIDAS NECESARIAS
Matxín insistió en que el equipo ya afronta las medidas necesarias y que, tanto Laengen como su masajista abandonaron la concentración del UAE.
El protocolo de la Unión Ciclista Internacional (UCI) establece que, en caso de positivo, un colegio de tres médicos, del equipo, de la UCI y de la organización, establezca si el ciclista es contagioso. De no serlo, como sucedió al luxemburgués del AG2R Bob Jungels, podrá seguir en carrera.
La clave está en comprobar la carga viral del positivo, a partir de la cual se considera que el corredor es contagioso. Nuevas palabras de las que se hablará en el Tour camino de París.
EFE Deportes
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