El danés Mads Würtz Schmidt fue el más fuerte en un esprint entre los cinco corredores que protagonizaron la fuga del día, y se adjudicó la sexta etapa de la Tirreno Adriático, disputada entre Castelraimondo y Lido di Fermo, de 169 kilómetros, con el esloveno Tadej Pogacar firme en el liderato a falta de una jornada.
Mads Würtz Schmidt, de 26 años, excampeón del Mundo contrarreloj sub’23, no ganaba desde 2016, racha que rompió poniendo de manifestó su punta de velocidad por delante del belga Brent Van Moer y el italiano Simone Velasco, con un tiempo de 3h.42.09.
Junto a ellos entraron el belga Bekelants y el portugués del Movistar Nelson Oliveira. El pelotón con todos los favoritos cerraron la jornada a 1.10 minutos del vencedor.
Ningún cambio en la general. Otro paso del esloveno Tadej Pogacar, a una crono de 11 kilómetros de alcanzar el premio del tridente que acredita al campeón de la «Carrera de los dos mares». Aventaja en 1.15 al belga Wout Van Aert y en 3 minutos al español Mikel Landa.
CORTINA NO TOMA LA SALIDA, LA FUGA RESISTE
La etapa empezó sin Iván García Cortina (Movistar) y a gran velocidad, lanzada por un grupo animoso de 6 hombres con el portugués Nelson Oliveira (Movistar), Bakelants, Simone Velasco, Mads Würtz, Van Moer y Liepins. En la primera hora se cubrieron 50 km, en un recorrido ondulado, pero sin grandes dificultades, propicio para una llegada al esprint después de la tormentosa jornada del domingo.
Por la cumbre del Monte San Giusto (kms 65), única dificultad del día, el pelotón dirigido por el UAE pasaba a 6 minutos. La formación emiratí con la doble obligación de llevar al líder Pogacar y propiciar un esprint para el colombiano Fernando Gaviria, aún inédito en la temporada.
El grupo del líder no estaba solo en la operación caza, el esfuerzo fue de coalición con el Deceuninck-QuickStep y Alpecin-Fenix, equipos con aspiraciones en el esprint de Lido di Fermo, con Davide Ballerini, ganador de la Omloop, y Tim Merlier, laureado del G.P Samyn y Monseré.
MADS WURTZ SUPERIOR AL ESPRINT
La entrada de la fuga en la costa del Adriático mantenía la esperanza de éxito con más de 3 minutos a 35 km de meta, adonde se llegaría tras 4 vueltas a un circuito de 11, a un paso de la playa de la turística localidad de Lido di Fermo. Las 3 subidas a la tachuela de Capodarco y el fuerte ritmo del pelotón aportaron condimento para vivir un final interesante.
En dicho proceso tuvo una avería mecánica Mikel Landa, tercero de la general, bien remolcado por sus compañeros para volver al grupo. Con 18 km para el final el pelotón entregó boletos a la avanzadilla, esperanzas de gloria, ya que la diferencia marcaba 2.40 minutos.
La victoria estaba delante, así que el quinteto empezó a alterarse a medida que se acercaba la última pancarta. El letón Liepins fue el primero en descolgarse tras los primeros tirones a cargo de Oliveira. Corredores veteranos contra otros poco experimentados en la pelea por poner su nombre en la historia de la Tirreno.
El marcaje fue total, miradas de reojo y control a cada movimiento. Oliveira sabía que tenia que tenía que intentarlo de lejos, y arrancó primero, pero se le pegó a rueda el ciclista danés, quien con el maillot verde prestado adelantó sin respuesta de sus rivales. Era su tercera victoria como profesional y la segunda de su equipo esta temporada. Y su estreno fuera de Dinamarca. Inolvidable. Este martes concluye la «Carrera de los dos mares» con la disputa de la séptima y última etapa, la tradicional contrarreloj individual en San Benedetto del Tronto, con un recorrido de 10,1 kilómetros.
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