La configuración geográfica del planeta Tierra, lejos de ser estática, se encuentra en un proceso de cambio profundo e irreversible. 

Recientemente, diversos estudios validados por la revista National Geographic han confirmado que el continente africano se está fragmentando lentamente en dos bloques tectónicos distintos: la placa Somalí, de menores dimensiones, y la placa Nubia, mucho más extensa.

Este fenómeno geológico, que se desarrolla de manera constante, culminará en un futuro lejano con la separación total de una porción del territorio y el nacimiento de un nuevo océano, explica OkDiario.

La mecánica del Sistema de Rift

Este movimiento divergente no es casualidad; es impulsado por poderosas dinámicas internas de la litosfera terrestre. El flujo del manto y el desplazamiento de roca fundida bajo la superficie actúan como motores que empujan las placas en direcciones opuestas. 

El epicentro de esta actividad es el Sistema de Rift de África Oriental, una de las fracturas más largas del mundo que atraviesa naciones como Etiopía, Kenia, Uganda y Mozambique, extendiéndose por miles de kilómetros.

Una herida de treinta millones de años

La historia de esta grieta se remonta a unos 30 millones de años, cuando comenzó a originarse en la región de Afar, al norte de Etiopía. Según un estudio publicado en el Journal of Geophysical Research, la fractura se propaga hacia el sur a un ritmo de entre 2,5 y 5 centímetros por año. 

Aunque para el ojo humano este avance parece imperceptible, geológicamente representa una velocidad significativa que está redibujando el mapa del mundo.

El futuro oceánico de la región

La geóloga Lucía Pérez Díaz señala que la actividad se ha vuelto más evidente con la aparición repentina de fisuras en zonas como el suroeste de Kenia. «Cuando se complete la fractura, un nuevo océano comenzará a formarse y el lecho marino avanzará a lo largo de toda la grieta», explica la experta. 

Investigaciones adicionales de instituciones como Virginia Tech sugieren que las primeras aguas oceánicas emergerán en el sector norte del Rift, donde la extensión del terreno es más acelerada.

Eventos súbitos y cambios drásticos

A pesar de la lentitud general del proceso, la naturaleza a veces ofrece recordatorios violentos de su actividad. En 2005, una grieta de 60 kilómetros se abrió súbitamente en Etiopía, desplazando la tierra dos metros en apenas minutos. 

Este tipo de eventos en Kenia subraya que, aunque la separación total tardará decenas de millones de años, el planeta se encuentra en una transformación viva y constante bajo nuestros pies.

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