Ciudad Guayana.- Después de media década de retraso electoral dentro de los sindicatos, violentando el derecho de los trabajadores de discutir convenciones colectivas, se levantó la suspensión de los lapsos en materia sindical, gremial y electoral a partir de la publicación en la Gaceta Electoral 1012 Resolución número 220425-023 en mayo del presente año.
Gran parte de los sindicatos que fueron elegidos democráticamente por los trabajadores de las empresas venezolanas perdieron legitimidad pues, en la mayoría de los casos, la directiva decidía callar las voces que ofrecían oposición a través de la desactivación de los líderes sindicales, e incluso, la persecución política como fue el caso emblemático del trabajador del Sindicato de Trabajadores de Ferrominera (Sintraferrominera), Rubén González.
Además, estos sindicatos terminaban sus periodos y perdían todo tipo de recurso formal para hacer sus labores sindicales. El artículo 402 de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT) reza que “Los y las integrantes de la junta directiva de las organizaciones sindicales cuyo período haya vencido de conformidad con esta Ley y en sus estatutos, no podrán realizar, celebrar o representar a la organización sindical en actos jurídicos que excedan la simple administración, por tal razón, no podrán presentar, tramitar, ni acordar convenciones colectivas de trabajo, pliegos de peticiones con carácter conciliatorio o conflictivo ni actas convenio”
Esta mora en los comicios dejaba a los trabajadores venezolanos huérfanos de protección sindical sobre decisiones gubernamentales que socavaban los derechos que durante años la clase obrera del país logró obtener. Tal es el caso de la aplicación del memorando 2792, el cual dejó a los trabajadores sin tablas salariales; convenciones colectivas; beneficios como el servicio de Hospitalización, Cirugía y Maternidad; y otros derechos que, por ley, les pertenecían.
El abogado, profesor y especialista en Derecho Procesal, Ramón Sosa, celebró que el Gobierno haya decidido suspender los lapsos en materia electoral, pues lo calificó como una “oportunidad”.
“La posibilidad que se está abriendo para que los trabajadores puedan elaborar sus propias elecciones, renace las esperanzas en que las organizaciones sindicales retomen el protagonismo. Todo eso se gana con presión, luchando e impidiendo que el Gobierno siga cercenando los derechos de los trabajadores. La lucha no se puede abandonar”, zanjó.
Para Sosa los trabajadores cuentan con más libertades ahora, gracias a las presiones internacionales y la constante vigilancia de organismos como la Organización Internacional del Trabajo.
-¿Es legal que, en su momento, el Consejo Nacional Electoral haya suspendido las elecciones sindicales?
-Esa suspensión se hizo bajo el marco de las potestades que tiene el CNE de organizar; sin embargo, eso de alguna manera viola los derechos constitucionales de los ciudadanos, los trabajadores y viola las convenciones sindicales.
-La Constitución establece unos principios de autonomía en las organizaciones sindicales. Esta decisión unilateral del CNE se percibe como un mecanismo de control hacia los sindicatos, lo cual está prohibido por las leyes venezolanas e internacionales.
-Nosotros consideramos que esta decisión del CNE se debe a la reciente visita de la OIT y de la presión internacional que está teniendo el ejecutivo en las reuniones de Ginebra y de Roma, porque de alguna manera el Gobierno tiene intervenido las organizaciones sindicales al no darles la libertad a ellos mismos de elegir a sus representantes sindicales.
Elecciones sin líderes sindicales
Pese a que la posibilidad de renovar a las autoridades sindicales se presenta como una noticia positiva dentro de la lucha de los trabajadores por la reivindicación de sus derechos laborales, es cierto que la gran mayoría de los líderes sindicales están en condición de desactivados y, por ende, no pueden participar en estos comicios.
Además, desde que la figura de la pandemia mundial generada por la Covid-19 entró en la dinámica venezolana, muchos trabajadores entraron en un estatus de “no requerido”. El pretexto se basaba en que, debido al confinamiento, era imperativo reducir la presencialidad en las empresas.
No obstante, el alivianamiento de las medidas sanitarias no trajo ningún tipo de cambio positivo para esos trabajadores que entraron a la condición de “no requeridos”. Incluso, la masa laboral que se encuentra en dichas condiciones ha liderado una serie de protestas para exigir su reenganche, en tiempo en que las directivas de las empresas deciden captar nuevo personal; tal y como se presenta el ejemplo de Sidor, este mes de junio.
-¿De qué sirven unas elecciones sindicales si la mayoría de los líderes sindicales están desactivados? ¿No puede presentarse esto como una fachada?
-Yo creo que esta posibilidad que se está abriendo es una reacción a la presión de los organismos internacionales. Creemos que esta es una oportunidad que tiene el Gobierno para lavar su imagen ante el mundo. Ellos habían cerrado ese tipo de procesos, porque cada vez que un sindicalista de la tutela gubernamental se presentaba en las elecciones perdía por lo impopular que ha resultado el Gobierno.
-Todo eso hizo que el Gobierno haya perdido terreno dentro de las empresas, por lo tanto, desde el CNE regularon ese tipo de procesos. Pero a raíz de estos procedimientos internacionales el ejecutivo busca lavar su imagen.
– Actualmente sí hay liderazgo y gracias a estos veedores internacionales los dirigentes sindicales tendrán cierta protección para ejercer sus funciones.
Brayan Silva
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