Lisboa.- 6.500 euros si vuelves a trabajar a Portugal. Así espera seducir el Gobierno luso a todos aquellos que se marcharon con la crisis y que aún no han regresado al país, donde la tasa de natalidad vive horas bajas y cuesta mantener la población en diez millones de habitantes.
La propuesta de este pago único fue aprobada el pasado marzo en Consejo de Ministros y entrará en vigor en julio con el nombre de «Programa Regresar», destinado tanto a portugueses como lusodescendientes.
Es un paquete de incentivos que, entre sus medidas, ofrece hasta 6.500 euros a quien regrese a Portugal continental, aunque tiene una letra pequeña clave: solo entregará la ayuda a quien vuelva con contrato de trabajador por cuenta ajena.
«Esta es una política activa de empleo y se destina a apoyar contratos de trabajo, no es un apoyo para que las personas vengan a Portugal a buscar empleo», matizó este martes el secretario de Estado de Empleo, Miguel Cabrita, en declaraciones al diario Público.
Tampoco está destinada a cualquier emigrante, sino a aquellos que se marcharon antes del 31 de diciembre de 2015, que han vivido fuera al menos doce meses y que inicien actividad laboral en Portugal entre el 1 de enero de este año y el 31 de diciembre de 2020.
La estimación del Gobierno, liderado por el socialista António Costa, es que se beneficien aproximadamente 1.500 personas, a tenor de los diez millones de euros que el Instituto de Empleo y Formación Profesional ha reservado para esta partida.
No es la única medida que el Ejecutivo ha puesto en marcha para atraer a los jóvenes que se fueron hace años para escapar de la crisis.
Otro programa destacado en este sentido es «Empreender2020» (Emprender2020), lanzado por la Fundación de la Asociación de Empresarios de Portugal (AEP) y al que en 2017 se unió el Gobierno de Costa ofreciendo apoyo consular para localizar a los posibles interesados.
Este plan propone, en primer lugar, un punto de encuentro entre jóvenes y empresas que quieran contratarlos a través de un portal especializado en internet y, en segundo lugar, asistencia para quienes quieran crear su propia empresa, ya sea financiera o en el ámbito de la asesoría.
La idea surgió tras constatar que Portugal pierde población y que la que resta está cada vez más envejecida: la edad media supera ya los 44 años.
Así las cosas, la AEP hizo hace dos años una enorme encuesta a más de 1.100 jóvenes que arrojó un revelador perfil de esos trabajadores que se fueron sobre todo a partir de 2010, cuando decenas de miles emigraron.
El 85 % de los encuestados tiene licenciatura, grado, máster o doctorado y están especializados sobre todo en ingeniería, biología, bioquímica, economía e informática, además de vivir actualmente de forma mayoritaria en países europeos, entre ellos España.
Otro de los datos que causó en 2017 cierta premura por tomar medidas fue que cerca de un tercio afirmaron que «no piensa regresar», principalmente porque ya ha constituido su vida en el país al que emigró.
El envejecimiento de la población es uno de los principales desafíos demográficos de Portugal, que es el quinto país más envejecido del mundo, según el último informe de la consultora Euromonitor Internacional.
La baja natalidad, con cerca de 1,3 hijos por mujer en edad fértil, y el aumento de la esperanza de vida, que ya supera los 80 años, son las principales causas del envejecimiento de la población portuguesa.
De hecho, el 23 % de los municipios lusos cuenta con más personas jubiladas que trabajadores en activo dados de alta en la Seguridad Social.
EFE
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