Río de Janeiro.- El miedo de los brasileños al desempleo cayó en septiembre 7,5 puntos porcentuales, en el comparativo interanual, por la mejora «modesta pero gradual» del mercado laboral en el gigante sudamericano, según encuesta divulgada este jueves por la Confederación Nacional de las Industrias (CNI).

En septiembre, el llamado Índice de Miedo al Desempleo en Brasil se ubicó en los 58,2 puntos, es decir 1,1 puntos porcentuales menos que el índice registrado en junio, según la encuesta trimestral hecha por la patronal de los industriales.

Así las cosas, el indicador está 7,5 puntos por debajo del de septiembre del año pasado (65,7 puntos), aunque se mantiene por encima del promedio histórico de 50,1 puntos.

El indicador varía de cero a cien puntos. Cuanto mayor es la tasa, mayor es el miedo al desempleo.

«El miedo al desempleo ha disminuido porque hay una mejora modesta pero gradual en el mercado laboral. Esto aumenta la sensación de seguridad de las personas», aseguró Marcelo Azevedo, economista de la CNI.

El número de nuevos empleos formales generados por la mayor economía de Suramérica en el acumulado de los ocho primeros meses del año creció 1,55 % frente al mismo período de 2018.

De acuerdo con el sondeo, que entrevistó a 2.000 personas en 126 municipios del país, entre el 19 y el 22 de septiembre, los brasileños con menor escolaridad y de más bajos ingresos fueron los que más perdieron el miedo al desempleo en el noveno mes del año.

Lo mismo ocurrió con aquellos que viven al sur del país, donde el indicador quedó en 47,7 puntos.

No obstante, el miedo a quedarse sin trabajo creció entre los habitantes del nordeste brasileño, una de las regiones más empobrecidas de Brasil.

El desempleo en Brasil cayó en el trimestre concluido en agosto al 11,8 % de la población económicamente activa, por debajo del 12,1 % del mismo período del año pasado.

Eso significa que en el país hay actualmente 12,6 millones de personas sin trabajo, según los más recientes datos divulgados por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).

Pese a la ligera reducción del desempleo, las tasas de informalidad están batiendo récord y los datos oficiales señalan que el 41,4 % de la población ocupada trabaja de manera informal.

El resultado refleja la lenta recuperación económica del gigante suramericano tras la grave crisis vivida entre 2015 y 2016, cuando el producto interno bruto (PIB) cayó 7 puntos porcentuales.

El pobre crecimiento experimentado en 2017 y 2018, apenas de un 1,1 % cada año, han hecho que tanto Gobierno como economistas del mercado proyecten para este año un PIB por debajo del 1 %.

El Gobierno del presidente Jair Bolsonaro anunció en julio una serie de medidas que permitirán inyectar 42.000 millones de reales (hoy unos 10.144 millones de dólares) en la economía en los próximos dos años, con el objetivo de incentivar el consumo y acelerar la recuperación que aún no llega.

También ha impulsado una dura reforma de las pensiones, que está en la recta final de su trámite en el Congreso, y un amplio plan de privatizaciones y concesiones de infraestructuras, como medidas con las que espera reactivar la economía y promover la generación de empleo.

EFE

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