¿Vas a hacer ejercicio o entrenar? Tal vez te parezca que son la misma cosa, pero realmente no lo son y cada uno te ayuda a lograr objetivos diferentes, con beneficios específicos.
Las dos cosas son muy diferentes y, de hecho, lo que ves a la mayoría de las personas haciendo en el gimnasio es ejercicio, y realmente hay muy pocas de ellas que en realidad están entrenando (además de que muchos confunden los conceptos y suelen pensar que se refieren a lo mismo). Entender la diferencia entre los dos es esencial para poder llegar a donde quieres en tu misión fitness.
Si realmente quieres mejorar, ganar músculo o llegar a un objetivo en especial, simplemente salir a correr y sudar un poco no te va a llevar muy lejos. Hacer ejercicio siempre es bueno, sea cual sea su forma, pero entrenar implica tener un plan y conocer exactamente lo que tienes que hacer para conseguir lo que te propusiste al empezar a llevar una vida más activa y saludable.
Pero ¿realmente hay diferencia entre hacer ejercicio o entrenar?
Hacer ejercicio es bastante simple, consiste en correr, nadar, salir a caminar, andar en bici o incluso hacer algunos movimientos de fuerza con pesas, lo que se hace para mejorar la condición, perder un poco de peso y ganar músculo.
Por otro lado, el entrenamiento va un poco más lejos y no tiene que ver sólo con la actividad, sino con todo el estilo de vida y la dieta (tomando en cuenta cosas como las horas de sueño, tiempos de recuperación, etc…). La principal diferencia entre los dos es que es un trabajo más específico que tiene un propósito establecido desde el primer momento.
Esto quiere decir que, al hacer ejercicio simplemente te mantienes activo como sea, mientras que, para entrenar, cada ejercicio, actividad, elemento de la dieta y cada cosa que haces durante el día está enfocada a ayudarte a llegar a un punto en un periodo de tiempo determinado. Por ejemplo, no es lo mismo salir a correr al parque, que prepararte para realizar un maratón al final del año.
Los beneficios de entrenar en lugar de hacer ejercicio tienen que ver con que tienes una idea más clara de lo que debes hacer, todo es diseñado para que sepas cuándo y cómo vas a avanzar, cuántos resultados deberías ver en cierto tiempo e incluso cómo debes comer, dormir y descansar para que, al final de todo eso, tengas más músculo, más fuerza y más resistencia, y que puedas cumplir es objetivo que tenías en mente.
Otro beneficio del entrenamiento es que ayuda a prevenir la fatiga, al tener un plan, el entrenamiento te deja saber la cantidad de trabajo que debes hacer, pero también programa tiempos de descanso que ayudan a conseguir una mejor recuperación, que es esencial para tener un crecimiento muscular y para evitar las lesiones y el sobreentrenamiento (además de que evitas que tu desempeño empiece a bajar por al agotamiento).
Para que el ejercicio sea un entrenamiento debe tener tres factores esenciales:
- Debe existir un objetivo bien definido antes de empezar, responder a preguntas como ¿qué quieres lograr? ¿Qué esperas de tu entrenamiento?
- Debe tener una planificación, que se refiere a establecer todo lo que debes hacer para conseguir tus objetivos en un periodo de tiempo determinado.
- Debe ser organizado, no se trata de pasar por todos los aparatos del gimnasio a lo loco, sino de saber el número de series y repeticiones, los tipos de ejercicio que vas a incluir, el descanso, la alimentación y todo lo que puede ayudarte a mejorar.
Es importante determinar también si los objetivos que quieres son realistas o no, y eso es parte de lo que entra en juego en el entrenamiento, ya que puede ayudarte a descubrir si realmente puedes llegar al punto de verte como Schwarzenegger o de correr tan rápido como Usain Bolt.
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