Muchas personas han sentido que el español se habla a un ritmo vertiginoso, especialmente en comparación con lenguas como el inglés o el alemán.
Pero ¿es realmente más rápido? La respuesta, según la lingüística, es más compleja de lo que parece, explica DW en Español.
Un estudio de la Universidad de Lyon (2011), citado por IFL Science, reveló que el japonés es el idioma más veloz, con 7.84 sílabas por segundo.
Sin embargo, el español quedó en un cercano segundo lugar, con 7.82 sílabas por segundo, seguido por el francés (7.18) y el italiano (6.99). En contraste, el inglés (6.19) y el mandarín (5.18) mostraron un ritmo más pausado.
La paradoja de la velocidad: ¿más sílabas, menos información?
Aunque el español y el japonés destacan en velocidad articulatoria, esto no significa que transmitan más información en menos tiempo.
Los investigadores descubrieron una relación inversa: los idiomas más rápidos tienden a tener menor densidad informativa por sílaba.
Por ejemplo, el japonés tiene una estructura silábica simple (generalmente consonante + vocal), mientras que el inglés permite combinaciones complejas, como en «strength» (una sola sílaba con múltiples consonantes).
Esto sugiere que, aunque algunos idiomas suenan más rápidos, todos transmiten información a una velocidad similar: alrededor de 39 bits por segundo, según un estudio publicado en Science Advances.
¿Existe un límite universal para el cerebro humano?
Los lingüistas proponen que el cerebro procesa el lenguaje dentro de un rango óptimo, independientemente del idioma.
Christophe Coupé, coautor del estudio, lo comparó con el vuelo de las aves: «Puedes batir alas pequeñas rápidamente o alas grandes lentamente, pero el resultado es similar».
Esta compensación explica por qué, aunque el español y el japonés son rápidos en sílabas, idiomas como el inglés o el mandarín compensan con mayor información por palabra.
Además, factores como el contexto, la entonación y la estructura gramatical influyen en la percepción de velocidad.
Más allá de las sílabas: ¿cómo se mide la velocidad real?
La respuesta varía según el criterio:
- Sílabas por segundo: Japonés y español lideran.
- Densidad informativa: Idiomas como el inglés o el alemán transmiten más datos por sílaba.
- Eficiencia gramatical: Lenguas como el hebreo o el paamesa (de Vanuatu) codifican información adicional en pocas palabras.
Entonces, ¿cuál es el idioma más rápido?
Depende. Si se mide en sílabas, el japonés gana, con el español muy cerca. Pero si se considera la cantidad de información transmitida, todos los idiomas parecen equilibrarse.
Lo fascinante, concluyen los expertos, es que cada lengua ha evolucionado para adaptarse a la capacidad de procesamiento del cerebro humano.
Así que, la próxima vez que alguien diga que hablas demasiado rápido, recuerda: en realidad, podrías estar diciendo menos en más sílabas. O quizá, simplemente, el español es así de ágil.
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