Evangelio del Día. Juan 14,21-26

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«En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: El que guarda mis mandamientos después de recibirlos, ése es el que me ama. El que me ama a mí será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él.» Judas, no el Iscariote, le preguntó: «Señor, ¿por qué hablas de mostrarte a nosotros y no al mundo?» Jesús le respondió: «Si alguien me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará. Entonces vendremos a él para poner nuestra morada en él.

El que no me ama no guarda mis palabras; pero el mensaje que escuchan no es mío, sino del Padre que me ha enviado. Les he dicho todo esto mientras estaba con ustedes. En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho».

  Reflexión hecha por Luis Perdomo Animador Bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana. Venezuela.

 La Iglesia universal celebra hoy la fiesta en honor a San Honorato de Amiens, patrón de los panaderos, fue obispo de la localidad francesa de Amiens allá por el siglo VI. Nació en Port-leGrand, en Pothieu, no conociéndose con exactitud en qué fecha concreta, y murió en la misma localidad un 16 de mayo en la primera mitad del siglo VII, alrededor del 650.

  Y la liturgia del día nos presenta el Evangelio de Jesucristo, según San Juan capítulo 14, verso 21 al verso 26, donde se JESÚS les hace la primera promesa a sus discípulos que no los va a dejar huérfanos, ya que les enviará otro Protector para unir y fortalecer a la comunidad. JESÚS se refiere al Espíritu Santo, y lo llama el «Paracletos». Esta palabra griega tiene varios sentidos, entre otros: protector, consolador, intérprete. Como Protector: el Espíritu guía a los creyentes e inspira su oración para que sea escuchada; Como Intérprete: el Espíritu nos hace comprender e interpretar para cada tiempo las palabras de Jesús; y Como Consolador el Espíritu sosiega las angustias de los creyentes en las tribulaciones.

 Pero también les dice que para hacerse beneficiarios de esa Gracia, la de ser Morada del Espíritu Santo, tienen que demostrar su Amor por JESÚS, amando a sus semejantes, y al demostrar ese Amor por JESÚS, estarán también demostrando su Amor por el PADRE. De esa manera se demuestra que el AMOR del PADRE Está impreso en el corazón de Sus Seguidores y hacen de sus vidas una entrega hacia los demás.

 Al confrontarnos con el texto y vernos retratados en la posición de Judas, que el Hagiógrafo tuvo cuidado en decir que no era el Iscariote, pero que de igual manera no comprendió en su momento la Verdadera Dimensión de JESÚS. Podemos asumir un sentimiento de arrepentimiento, ya que al igual que Judas, en muchas ocasiones nos hemos considerado los únicos elegidos y amados por DIOS y por lo tanto mejores que los demás. Sin entender que el Criterio de Preferencia de DIOS, está fundamentado en aquellos que basan su vida en la práctica del Amor y entrega hacia sus semejantes.

 Esta Clarificación de JESÚS, cambia completamente nuestra manera de relacionarnos con DIOS, como una Realidad Distante y Exterior de la persona, para hacernos saber que cada persona, y por ende cada comunidad se convierte en Morada de la Divinidad, es decir en Santuario de DIOS, de esta manera DIOS Sacraliza a la persona y a través del ser humano a toda la Creación.

 Sin lugar a dudas que este texto, nos revela algo maravilloso en torno a nuestra fe, y es que, creer en JESÚS es Amarlo y al mismo tiempo descubrirse Amado por Él y por el PADRE. Y también se nos aclara que la Fe es una experiencia personal y de comunión con JESÚS, que se expresa a través de la obediencia a su Palabra, para ayudarnos a inferir que, el dinamismo más íntimo de la Fe, es el de un AMOR recíproco, entre el discípulo y la configuración con su Maestro.

 Por eso es que hoy es el día para ponerse en manos del Paráclito, para que podamos asumir la tarea dada por el Maestro, que es la de construir una verdadera comunidad cristiana. Ya que la comunidad en comunión con JESÚS está llamada a seguir, paso a paso, el camino de la fraternidad, sin privilegios ni exclusiones. Y al asumir de esta manera, la práctica de la caridad, seamos verdaderos testigos del AMOR de JESÚS y del PADRE en el mundo. Porque ser Amigo de JESÚS es vivir plenamente y testimoniar un amor sincero y solidario para con los hermanos, especialmente los que no tienen nada.

  Señor JESÚS danos la fuerza de Tu Espíritu, para interpretar correctamente Tu Palabra, y convertirnos en amantes de Tu Verdad y fieles anunciadores del Reino de DIOS, en todos los espacios donde nos desarrollemos, contagiando a todo y a todos con Tu AMOR. Amén.

 

Luis Perdomo

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