En aquel tiempo, habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con ellos, dice a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?» Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»  Jesús le dice: «Apacienta mis corderos.»  Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.»  Él le dice: «Pastorea mis ovejas.»

Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?»  Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.»

Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.»  Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme.

Reflexión del Evangelio

La Iglesia universal celebra hoy la fiesta, entre otros santos, en honor a San Marcelino Champagnat, sacerdote francés que fundó la congregación de los Hermanos Maristas. Nació el año 1789, el mismo año de la Revolución Francesa, en Rosey al sur de Lyon. Murió en la madrugada del 6 de junio de 1840, a los 51 años.

Sus restos descansan en la capilla de Ntra. Sra. del Hermitage. Declarado «Beato» en Roma, por S. S. Pío XII, el 29 de mayo de 1955. Y canonizado el domingo 18 de abril de 1999.

Liturgia del Día

La liturgia del día medita los textos: Hch 25,13-21; Sal 102; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO según San Juan capítulo 21, del verso 15 al 19.

En el que se narra un diálogo entre JESÚS y Su discípulo Pedro, la conversación transcurre ante la presencia de los otros miembros del Colegio Apostólico, que han participado de la pesca milagrosa, lo han reconocido como el Señor Resucitado y han compartido con Él unos panes y unos pescados que el Propio JESÚS le ha preparado para que coman.

En el diálogo que sigue, por tres veces JESÚS pregunta a Pedro: «¿Pedro, me amas más que estos?», él le responde: «Sí, Señor, tú sabes que te amo». Cada vez que Pedro responde afirmativamente, JESÚS le dice: «Apacienta mis ovejas».

Esta triple confirmación del Amor de Pedro a JESÚS viene a rescatar la triple negación de Pedro, cuando tomaron preso a JESÚS. Así rescatado, Pedro es instituido por JESÚS como Pastor de sus ovejas y es invitado a seguirlo.

Por lo que es confirmada, su autoridad en la guía y en el cuidado de las ovejas, y se le Anuncia de manera misteriosa la Configuración con el martirio de Su Señor.

Vacilación de Pedro

Recordemos que la tradición presenta varios momentos de vacilación de Pedro. Sin embargo, su temperamento impetuoso y su humildad, lo llevaron a una firmeza de Fe y fidelidad en el seguimiento de JESÚS hasta el martirio.

Y es que, en Pedro estamos identificados los discípulos de JESÚS, de todos los tiempos, que, en distintos momentos de la historia, somos llamados a continuar Su Obra y a Testimoniar Su AMOR al mundo.

Al confrontarnos con el texto, vemos como el seguimiento al Señor está sujeto a un proceso de crecimiento progresivo en la adhesión a Él, por el AMOR que constituye el remedio para aquellas situaciones que, como la negación de Pedro abren heridas en la relación del discípulo con el Maestro, y que amerita ser sanada y redimida.

Ya que, solo el AMOR de JESÚS, tiene el poder de restituir las relaciones rotas por los miedos, los egoísmos y las indiferencias de cada uno de sus discípulos.

Por lo que es necesario una auténtica permanencia en el AMOR del Señor, que nos libera de cualquier atadura, para su seguimiento y nos compromete en el servicio a nuestros semejantes.

Dosis de amor

Teniendo claro que esta Gracia o dosis de AMOR, se nos da por iniciativa del Señor, no porque tengamos ningún mérito personal o comunitario, por obras de piedad o asistencia a eventos litúrgicos, sino porque Él nos Ama.

Por eso es que hoy es el día, para repetirle a JESÚS, todas las veces posibles que lo AMAMOS. Él lo sabe, pero nos hace bien decírselo en el rostro de cada uno de nuestros semejantes. Y dejar que nos perdone de nuestros miedos, traiciones, y dudas.

Tal como sucedió con Pedro, que a pesar de sus negaciones y de sus actuaciones impetuosas, por la Gracia del Señor fue capaz de sobreponerse y dar la vida por el Evangelio. También nosotros con la Gracia de Su AMOR, lograremos vencer los obstáculos y las dificultades que amenazan nuestro compromiso de vida cristiana.

Señor JESÚS, ayúdanos a entender que seguirte a Ti, significa renunciar a nuestras comodidades y entregarnos con fidelidad a la voluntad del PADRE, en el servicio a los más necesitados y en la denuncia de todo acto de injusticia que amenacen la vida y atenten contra el Plan de Felicidad que Tú Tienes para la humanidad.

Amén.

Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana

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