En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos y escribas esta parábola: «Si uno de ustedes tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: «¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido.» Les digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
Reflexión del Evangelio
La Iglesia Católica celebra ¿hoy la fiesta del Sagrado Corazón de JESÚS, para que los fieles veneren, honren e imiten más intensamente el amor generoso y fiel de Cristo por todas las personas. La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, inspirados en el costado y el Corazón abierto de JESÚS, de donde salió sangre y agua. De ese Corazón nació la Iglesia y por ese Corazón se abrieron las puertas del Cielo. Es una festividad movible, que se celebra el viernes posterior al segundo domingo de Pentecostés.
Liturgia del Día
En la liturgia del día meditamos los textos: Ez 34,11-16; Sal 22; Rom 5,5-11; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO según San Lucas capítulo 15, del verso 3 al 7. En el que se narra la parábola de la oveja perdida, texto que forma parte de una serie de enseñanzas entrelazadas entre sí por la palabra, perdida: “la oveja perdida (Lc 15,3-7)”; “la moneda perdida (Lc 15,8-10)”; “el hijo perdido (Lc 15,11-32), cuyo objetivo es el de destacar el AMOR, de DIOS, por todos los seres humanos. Y que se hace más palpable en aquellos que han tomado el camino equivocado.
Estás parábolas están dirigida de manera directa a la secta de los fariseos y maestros de la Ley. Porque en su petulancia de creerse mejores que los demás, dividen a la humanidad en dos grupos: uno que está integrado por los que observan la Ley, entre los cuales se contaban, y que eran los que estaban salvos y no debían contaminarse y el otro grupo que no observa la Ley y por eso son pecadores, e indignos de ser aceptados en su comunidad.
JESÚS, quiere hacerles caer en cuenta que la manera como ellos miran la realidad, no se corresponde con la lógica del AMOR de DIOS, no corresponde al sentir del Corazón de DIOS, que no se resigna a perder de su Redil a ningún ser humano. Y por eso se encarna en la persona de JESÚS, para desde su condición humana, enseñarnos la manera correcta de AMAR y de sentir las necesidades del otro, y al ayudar a satisfacer esas necesidades físicas y espirituales, ese otro experimente el AMOR de DIOS, se transforme y entre en el Redil de DIOS.
Lugar de los fariseos
Al confrontarnos con el texto, y colocarnos en el lugar de los fariseos, por la tentación que constantemente tenemos de creer que somos mejores que los demás, de pensar que, al estar en un grupo pastoral, donde me destaco por las actividades que realizamos, entonces creo que estoy en el selecto grupo de los escogidos y los demás tendrán que ver como hacen. Y por eso me estremece la actitud de DIOS, de dejar 99 ovejas solas, para ir al encuentro de una extraviada, porque esa actitud va en contra de la lógica de los hombres que nos conformamos con lo seguro, y que no queremos nada con los desafíos de transformar nuestros egoísmos, nuestras seguridades en encuentros y aperturas hacia los que desde nuestra óptica no tienen remedio.
Con esta enseñanza, JESÚS quiere que tomemos conciencia y evaluemos nuestra fe, y desde allí ver cómo está nuestro binomio: fe y vida. Ya que decimos que creemos en JESÚS, pero hacemos poco por poner en práctica su mandamiento de: “de amarnos los unos a los otros”, y por eso abandonamos y excluimos a las personas que consideramos pecadoras. Porque nos conformamos con la seguridad salvífica del grupo eclesial al que estamos integrado y rara vez buscamos a los que consideramos perdidos. Por eso es que hoy nuestro Maestro nos recalca que todas las personas tienen su valor y es motivo de alegría que una oveja perdida se convierta y vuelva a su redil.
Señor JESÚS, que está celebración de Tu Sagrado Corazón, nos permita entender que Tú Sacrificio en la Cruz, fue para contrarrestar el odio y las divisiones en el mundo, y para que todos sin excepción tuviéramos la oportunidad de entrar en Tu Redil.
Amén.
Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana
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