En aquel tiempo, Jesús fue a casa con sus discípulos, se juntó otra vez tanta gente que ni siquiera podían comer. Al enterarse sus parientes de todo lo anterior, fueron a buscarlo para llevárselo, pues decían: «Se ha vuelto loco».

Reflexión del Evangelio

La Iglesia Universal celebra la fiesta, entre otros santos, en honor a San Sebastián, mártir, hijo de familia militar y noble, era oriundo de Narbona, pero se había educado en Milán. Llegó a ser capitán de la primera corte de la guardia pretoriana.

El santo, desairando al Emperador Maximiliano, renunció a ser su soldado para ingresar a la milicia de Cristo, el emperador se enfureció y lo mandó a matar, San Sebastián, convertido en soldado de Cristo por la confirmación, se mantuvo firme en su Fe y asumió su martirio.

En la liturgia del día meditamos los textos: 2Sam 1,1-4.11-12.19.23-27; Sal 79; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, según San Marcos capítulo 3, del verso 20 al 21.

Un relato bien corto, pero de mucha significación y en el que se destacan dos acciones, la vuelta a casa de JESÚS y la reacción de sus familiares por el trabajo intenso de Su Misión que estaba en pleno desarrollo.

El texto indica que sus familiares no aceptan el estilo profético que JESÚS asume, ni tampoco la gran aceptación que ha tenido en la población de Cafarnaúm y sus alrededores.

Oposición a la misión de Jesús

Marcos es el único Evangelista que resalta la tremenda oposición que suscitó la misión de JESÚS, y no duda en resaltar la confusión que se genera entre sus familiares. Al parecer la reacción de los parientes de JESÚS, se desata cuando se enteran de la confirmación de que JESÚS ha decidido mantener un grupo permanente junto a Él.

Por lo que puede decirse que la Misión de JESÚS, suscita distintas reacciones entre los interlocutores de su tiempo, ya que desata el asombro de los creyentes sencillos, pero genera la oposición de escribas y fariseo y de sus propios familiares, por distintas razones e intereses.

La otra palabra que resalta en este accionar es: «casa». Pareciera que con esta palabra el evangelista, quiere darnos un mensaje cifrado.

JESÚS, entra en la «casa», con sus discípulos, particularmente con los Doce escogidos recientemente. De pronto la «casa», parece explotar por la afluencia de gente y por lo reducido del espacio físico.

Con esta dinámica diaria resulta imposible llevar una vida normal: «ni siquiera podían comer». Es necesario entonces ampliar la «casa», para dar cabida a todos.

Hasta sus familiares lo botan a la calle

Al confrontarnos con el texto, vemos que la Misión de JESÚS no fue nada fácil, porque hasta sus familiares, es decir los de su «casa», prácticamente «lo echan a la calle», alegando que no estaba en sus cabales, quizás por miedo a la reacción de las autoridades, que iban a atentar contra JESÚS, y seguramente ellos también iban a ser víctimas de esta persecución.

También hubo incomprensión y rechazo de muchos los israelitas que se habían hecho una falsa imagen del Mesías, y esta manera de actuar los defrauda, ya que ellos esperaban un Mesías terrenal que los liberara del yugo del imperio romano, y de alguna manera poder ingresar en esa nueva estructura de poder.

Gracias a DIOS, que hubo una gran mayoría del pueblo llano, que, si supo percibir en la Presencia de JESÚS, la llegada del Mesías y del Tiempo de Su Gracia, donde todo es Transformado y por eso es que «la Casa» se hace insuficiente para albergarlos a todos, que no solo es que podemos entenderlo de manera literal porque «la casa» de la familia de JESÚS y la de Sus Discípulos, eran modestas, por su condición social.

También podemos entender esta expresión de manera alegórica, donde «la casa», que es Israel, es insuficiente para albergar el Plan Salvífico de DIOS para la humanidad, y por eso tiene que abrirse a la Universalidad.

Indiferencias hacia los acontecimiento de la vida

Así que en nuestra confrontación podemos decidir en qué grupo situarnos, en los familiares de JESÚS, para permanecer indiferentes antes los acontecimientos de la vida, y no meternos en problema con los sectores poderosos, llegando hasta el extremo de censurar o angustiamos cuando un hermano o hermana, o un hijo, incluso nuestros padres, se dedican mucho a una actividad propia de profetas, ya sea como activistas políticos, trabajadores comunitarios o agentes de pastoral con responsabilidad eclesial.

Pareciera que todo va bien mientras esas decisiones en torno al de asumir una misión, no desafíen nuestras convicciones o comodidades, pero cuando vemos que esas acciones pueden afectar nuestros intereses tratamos de disuadirlos para que no sigan haciéndolo o nos deslindamos de sus acciones.

También podemos vernos retratados en los que quieren un Mesías, según nuestros parámetros, donde DIOS cumpla nuestras peticiones, pero no exista el compromiso de servicio hacia los demás.

O, colocarnos en la posición «del pueblo llano», que acepta el Evangelio de JESUCRISTO, y con la escucha de Su Palabra, «enloquecernos de AMOR» para ir a Anunciar con palabras y hechos las Buenas Nuevas de JESÚS, a todos nuestros semejantes.

Señor JESÚS, danos la Gracia de amoldarnos a Ti, para «enloquecernos de AMOR» y con la Fuerza de Tu Espíritu ir a Anunciar con palabras y hechos, Tu Plan de Vida y Salvación a todos nuestros semejantes.

Amén.

Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana

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