En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: ¡Cuídense de los hombres! A ustedes los arrastrarán ante sus consejos, y los azotarán en sus sinagogas. Ustedes incluso serán llevados ante gobernantes y reyes por causa mía, y tendrán que dar testimonio ante ellos y los pueblos paganos. Cuando sean arrestados, no se preocupen por lo que van a decir, ni cómo han de hablar. Llegado ese momento, se les comunicará lo que tengan que decir. Pues no serán ustedes los que hablarán, sino el Espíritu de su Padre el que hablará en ustedes. Un hermano denunciará a su hermano para que lo maten, y el padre a su hijo, y los hijos, se sublevarán contra sus padres y los matarán. Ustedes serán odiados por todos por causa mía, pero el que se mantenga firme hasta el fin, ese se salvará.
Reflexión hecha por Luis Perdomo Animador Bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana
La Iglesia universal celebra hoy la fiesta en honor a San Esteban, el protomártir, es decir el primer mártir cristiano. Es uno de los 7 primeros diáconos de la Iglesia primitiva, Vehemente en su predicación con lo cual lograba convertir a muchos, por esta razón fue martirizado. Sus verdugos lo apedrearon en las afueras de Jerusalén.
En la liturgia del día meditamos los textos: Hch 6,8-10;7,54-60; Sal 30 y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, Según San Mateo capítulo 10, del verso 17 al 20. En el que JESÚS, les dirige unas palabras a sus discípulos, para hacerles saber las distintas dificultades que tendrán que asumir y padecer por ser sus seguidores, pero también les da un consuelo al decirles que Él Espíritu Santo será quien actuará en su defensa a la hora de encarar las persecuciones.
Recordemos que, JESÚS vivió largas semanas en la semiclandestinidad, debido a las amenazas de los distintos grupos de poder y sus primeros discípulos experimentaron las mismas amenazas. Mateo, al relatar estas palabras les envía un mensaje a los cristianos de su tiempo, que eran perseguidos tanto por las autoridades romanas y por los dirigentes de los judíos. Por eso es oportuno recordarles lo que el Maestro JESÚS, había expresado al respecto.
Muchos dirán, que, en tiempo de NAVIDAD, parece contradictorio que los cristianos, que apenas estamos comenzando a celebrar el Nacimiento del Salvador lo juntemos con el recordatorio de la muerte de Esteban. Pero es que así es la vida.
El niñito que acaba de nacer está llamado a “Ser signo de contradicción” (Lc 2,34), y a dar la Vida en defensa de la Verdad y de la Justicia. Por eso es que toda persona o comunidad que decida ir tras la Huella de JESÚS, están llamados a padecer la misma suerte de su Maestro.
Y es que, desde el punto de vista del Evangelio de JESÚS, vida y muerte son dos realidades ante las cuales los seguidores de JESÚS tenemos que dar nuestro testimonio, ya sea a favor o en contra. Por eso es que, de buenas a primera, muchos estarían dispuestos a dar su vida por Cristo, pero frente a determinadas situaciones de violencia o de corrupción, nos alineamos a la circunstancia para evitar lo peor.
Otros, en cambio, comprenden que DIOS les pide que den un testimonio de esa Buena Nueva en la que creen y asumen con valentía la defensa de la Verdad y de la Justicia a riesgos de perder la vida.
Al confrontarnos con el texto, vemos que la invitación que nos hace el Maestro, es a no tener miedo, porque no estamos solos, que las dificultades que tendremos que afrontar a la hora de enfrentar a las raíces de los males y de todos sus congéneres, son normales, si queremos tener un mundo donde reine la Paz y la Justicia. Y aunque en griego Testigo significa: MÁRTIR, JESÚS no habla únicamente de los testigos que son ajusticiados solo por ir contra los intereses de los poderosos.
También quiere destacar a todos aquellos que han tenido que vencer el miedo para ser Sus Testigos en los círculos familiares y de trabajo, en las calles, en las escuelas y en los sitios de reunión de este mundo pervertido y malvado, en el que nos desarrollamos.
Es también aleccionador que, los que optamos por ser sus seguidores, JESÚS nos dice: que “Sus testigos no trabajan por cuenta propia, y que no debemos dudar de la asistencia que recibiremos del Espíritu Santo” (Mt 10,19-20).
Ya que la preocupación por preparar nuestra defensa sólo nos haría perder la paz que el Espíritu confiere a los perseguidos. Por eso es que hoy es el día, para seguir perseverando en nuestro empeño de cambiar estas realidades tan difíciles y con la asistencia del Espíritu Santo, poder experimentar no solo la tribulación, sino también la Salvación que JESÚS nos regala en este tiempo de NAVIDAD.
Señor JESÚS, Bendito y Alabado seas, porque siempre cumples lo que prometes. Tú Testificaste a favor de Esteban, tal como lo habías prometido a los tuyos, por eso hoy te pedimos que Testifiques a favor de tantos condenados injustamente, en distintas partes del mundo, por reclamar sus derechos existenciales. Amén.
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