En aquel tiempo, algunos maestros de la Ley y fariseos le dijeron a Jesús: «Maestro, queremos verte hacer un milagro.» Pero él contestó: «Esta raza perversa e infiel pide una señal, pero solamente se le dará la señal del profeta Jonás. Porque del mismo modo que Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, así también el Hijo del Hombre estará tres días y tres noches en el seno de la tierra.
Los hombres de Nínive resucitarán en el día del juicio junto con esta generación y la condenarán, porque ellos cambiaron su conducta ante la predicación de Jonás, y aquí ustedes tienen mucho más que Jonás.
La reina del Sur resucitará en el día del juicio junto con los hombres de hoy, y los condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí ustedes tienen mucho más que Salomón.
Liturgia del Día
La Iglesia universal celebra hoy celebra la fiesta, entre otros santos, en honor a San Lorenzo de Brindis. Nació en el año 1559. Fue un fraile capuchino que enseñó teología a sus hermanos. Predicador elocuente e infatigable.
Recorrió toda Europa y escribió varias obras de carácter apologético. Murió en Lisboa en el año 1619, por lo que puede decirse que este importante predicador nació en el siglo XVI, tiempo de grandes pruebas y murió en el siglo XVII, tiempos de enderezar el camino.
Liturgia del Día
En la liturgia diaria meditamos los textos de: Ex 14,5-18; Sal Ex 15; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO, según San Mateo capítulo 12, del verso 38 al verso 42. En el que se narra el careo de JESÚS, con los maestros de la Ley, ellos le pedían al Maestro, que hiciera un milagro.
JESÚS no hizo milagros aquel día porque aquellos especialistas de la religión le pedían cuentas en vez de escucharlo. Y más que tener un encuentro con DIOS o con uno de sus mensajeros lo que querían era satisfacer su curiosidad.
Y es que, según la tradición judía, el Mesías realizaría algunos signos que lo acreditarían delante de su pueblo. Pero los fariseos piden a JESÚS un signo, no porque estén abiertos a una manifestación de DIOS, sino porque desean ponerlo a prueba.
No caer en tentaciones
JESÚS no cae en la tentación de legitimar su propia Persona y Misión mediante estos signos, que no convenía a la Fe del creyente, sino a los prejuicios de sus adversarios. Les dará solamente el signo de Jonás, que evoca tanto su Muerte como Su Resurrección, con la mención de los tres días y las tres noches en la que estuvo el profeta dentro del vientre del pez.
JESÚS, les dice que con la predicación del profeta Jonás, los ninivitas se arrepintieron y se convirtieron, sin embargo, ellos están en presencia de quien es más grande que el profeta, también les dice que la reina del sur resucitará el día del juicio, ya que vino a ver la sabiduría de Salomón y creyó, sin embargo, ellos están en presencia de quien está por encima de Salomón y no han creído, por eso los cataloga como raza perversa e infiel.
Bueno es saber que con esta expresión se designa en la Sagrada Escritura, al creyente infiel, que, sin negar a DIOS con la boca, tiene otro dios, o sea un ídolo, u otros apegos en su corazón.
Historia de la humanidad
Al confrontarnos con el texto, vemos que a lo largo de la historia de la humanidad ha existido la tentación en las personas creyentes, de estar constantemente exigiendo una señal del cielo o un signo especial que confirmen alguna iniciativa o canonicen alguna determinada práctica personal o grupal.
Es la pretensión de quererse construir un dios a la medida, que esté al servicio de sus caprichos o de sus necesidades perentorias, sin entender que DIOS siempre nos dará lo que Él sabe que necesitamos.
Es lo que vivimos en la actualidad donde todos estamos tentados de pedirle a DIOS una solución urgente para calmar nuestros temores, frente a las calamidades que padecemos, pero sin asumir nuestras responsabilidades en la solución de las mismas.
Discernir tajantemente
Por eso es que hoy el Maestro nos llama a un discernimiento de manera tajante, para interpretar los signos que se ofrecen a nuestra Fe: la Palabra de DIOS que nos llama a la conversión y el Misterio Pascual de Cristo que nos hace renacer a la Vida Nueva, sin egoísmo, ni exclusiones.
Ya que, como cristianos tenemos que tener la valentía de JESÚS, para afrontar los retos de cada día con la sabiduría que nos brinda la Palabra de DIOS, que es la que debe marcar el rumbo de nuestras vidas.
Porque si todos nos decidimos a cambiar, dejando a un lado nuestros egoísmos, para juntarnos con los que tildamos de enemigo, cerrando filas para la solución de nuestros problemas colectivos. Sin lugar a dudas que ese día será el día del renacer de nuestra sociedad, la gran señal que todos estamos esperando.
Señor JESÚS, abre nuestro corazón, para acoger Tu Palabra, dejando a un lado nuestros egoísmos, y juntarnos con amigos y enemigos, en la búsqueda del bienestar colectivo, y ese será el día del renacer de nuestra sociedad, la gran señal que todos estamos esperando.
Amén.
Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana
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