En aquel tiempo, al retirarse Jesús de Cafarnaúm, lo siguieron dos ciegos que gritaban: «¡Hijo de David, ten compasión de nosotros!» Cuando Jesús estuvo en casa, los ciegos se le acercaron.

Jesús les preguntó: «¿Creen que puedo hacer esto?» Contestaron: «Sí, Señor.» Entonces Jesús les tocó los ojos, diciendo: «Hágase así, tal como han creído».

Y sus ojos vieron. Después les ordenó severamente: «Cuiden de que nadie lo sepa.» Pero ellos, en cuanto se fueron, lo publicaron por toda la región.

Reflexión del Evangelio

La Iglesia universal celebra hoy la Fiesta, entre otros santos, en honor a San Nicolás de Bari en Occidente, por el lugar donde trasladaron sus restos, también conocido como San Nicolás de Mira, en Oriente, por su lugar de fallecimiento, un obispo que vivió en el siglo IV.

Aunque de su vida se sabe muy poco, se dice que en Asia Menor fue obispo de Myra y que fue perseguido y capturado por los romanos en el s. IV, siendo más tarde liberado por el emperador Constantino I.

En el s. XI sus reliquias fueron llevadas a Bari, Italia. Se ha convertido en el patrón de Grecia y Rusia, de los marineros, de los niños e investigadores.

Liturgia del Día

La liturgia del día meditamos los textos: Is 29,17-24; Sal 26; y el Evangelio de Nuestro Señor JESUCRISTO según San Mateo capítulo 9, del verso 27 al 31.

En el que se narra de manera muy peculiar la sanación de dos ciegos, ya que JESÚS, en principio pareciera que no les hace caso y dejan que lo sigan con su limitación visual y al llegar a la casa es que los interpela para saber qué es lo que quieren.

Pareciera que el Señor quiere medir la Fe de estos lisiados visuales, no solo en su perseverancia por buscar su sanación corporal, sino también para hacerlos partícipes del Milagro que iba a obrar en ellos.

Es que los ciegos le habían pedido a JESÚS, no que les devolviera la vista, sino que tuviera compasión de ellos. Luego los incita a manifestar en Él una confianza más profunda, preguntándoles: ¿Creen que puedo hacerlo? Ellos dicen que sí y JESÚS va al núcleo de la cuestión, les toca los ojos, y deja la solución del caso a la Fe de los dos ciegos, estableciéndose una estrecha relación, entre la petición confiada y el beneficio concedido: «Hágase así, tal como han creído».

Y se les abrieron los ojos, y también los del alma, ya que a pesar de que JESÚS, les había dicho que no se lo dijeran a nadie, ellos comenzaron a proclamarlo por toda la región.

Ceguera física

Al confrontarnos con el texto y saber que la ceguera física impide a la persona el tener un cabal desenvolvimiento por los espacios donde transita y además de eso los limita para poder reconocer los colores, las formas, las distancias, etc.

Pero también tenemos que tener en cuenta que muchos de los que podemos ver todas esas cosas, tenemos otra clase de ceguera, que es la ceguera de conciencia, esta nos impide ver la realidad que nos oprime tal como es y no como nos las pintan o como nosotros nos hemos acostumbrado que sea.

Quizás sea muy oportuno citar ese refrán popular que dice: «no hay peor ciego que aquel que no quiere ver», porque esta, es la limitación más severa que padece nuestra sociedad. Ya que a pesar de que todos estamos claros, de que estamos viviendo una terrible crisis política, económica y social en la que todos sin excepción nos hemos dedicado a quejarnos y a señalar a muchos culpables.

Pero son pocos los que se han dedicado a construir espacios de encuentros, donde entre todos podamos buscar las soluciones a los problemas que son de todos, porque lo que más abunda es la desconfianza en las buenas intenciones de los otros.

Y es que son tantas las cosas que nos agobian, y ofuscan que no podemos ver la verdadera Luz que nos ayudará a encontrar el rumbo.

Vista de la conciencia

Por eso hoy es el día para ponernos en camino, tal como lo hicieron los ciegos del relato, y pedirle a JESÚS, que nos devuelva la vista de nuestra conciencia, para ponernos la mano en el corazón y no dejarnos vencer por las adversidades del mundo y entre todos podamos ayudarnos a buscar no solo propuesta, sino acciones para salir de esta postración.

Señor JESÚS, Ten Compasión de nosotros y ayúdanos a ver el Camino de Felicidad que nos Presentas en la Sagrada Escritura, para quitarnos las vendas del legalismo, de la dependencia, de la intolerancia, de la exclusión, del odio y del rencor.

Amén.

Luis Perdomo
Animador bíblico de la Diócesis de Ciudad Guayana

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