La subasta de Citgo, filial estadounidense de la petrolera venezolana PDVSA, prevista para el 15 de julio podría ser solo un paso más en un largo proceso legal que podría extenderse hasta 2025, según advierten especialistas consultados por el medio Voz de América (VOA).
El objetivo de la subasta es pagar a un grupo de acreedores y tenedores de bonos que exigen a Venezuela más de 21.000 millones de dólares en compensación por expropiaciones e incumplimientos de deuda. Sin embargo, el complejo proceso judicial y las posibles apelaciones podrían retrasar significativamente la venta definitiva.
Giorgio Cunto, economista y científico de datos, señaló en entrevista para VOA que «el proceso judicial sobre Citgo está lejos de culminar».
«Parece acercarse a su desenlace, pero puede prolongarse mucho más. Es un proceso muy, muy complejo, que quizás aún no alcance su clímax. Sería prematuro decir que la pérdida de Citgo es inminente», indicó el economista.
Además de la complejidad legal, el analista destaca que la venta final también dependerá de la postura del gobierno federal estadounidense.
El abogado José Ignacio Hernández, exprocurador del gobierno interino opositor venezolano, resaltó en entrevista con VOA que tras la subasta y la decisión de la corte de Delaware, tanto Venezuela como los acreedores insatisfechos tendrán derecho a apelar.
De acuerdo con Hernández, este proceso de apelaciones podría extenderse entre 6 meses y un año, lo que significa que Citgo podría permanecer bajo protección judicial «hasta febrero de 2025».
Una vez finalizadas las apelaciones, la última palabra la tendría la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de EEUU.
Cunto agregó que la situación política y económica de Venezuela juega un papel indirecto en el caso Citgo. «Los acreedores están haciendo fila para ver qué pueden sacar, porque no hay expectativa creíble de que Venezuela esté en disposición de pagarlo en un futuro cercano», afirmó.
Proceso de subasta de Citgo
El expediente Citgo ha estado en el centro de una compleja batalla legal en Estados Unidos, incluyendo sentencias como la de la Corte Suprema de Justicia, que finalmente culminará en la venta de acciones de la compañía para compensar a los acreedores demandantes.
En mayo de este año, el juez Leonard Stark de Delaware desestimó una objeción de PDVSA y dio luz verde a la recepción de ofertas en un proceso de subasta para las acciones de Citgo.
El 11 de junio se confirmó la recepción de las propuestas, atrayendo a inversionistas y firmas con «recursos sustanciales», lo que podría terminar con el cambio de propietarios de Citgo, de acuerdo con una nota de la agencia Reuters.
Este tipo de subastas permite a los acreedores demandantes participar en el proceso para adquirir acciones a cambio del pago de sus deudas. En el caso de Citgo, las ofertas debían combinarse con propuestas de dinero, según las instrucciones del juez.
Las subastas suelen comenzar en Estados Unidos con un precio base por acción, que aumenta a medida que los participantes pujan. El resultado final debe ser aprobado finalmente por el Departamento del Tesoro de EEUU.
La subasta de acciones tiene como fecha límite el 15 de julio de 2025, cuando se espera conocer a los ganadores y las cifras finales. Sin embargo, ese día no marcará el final definitivo del proceso, ya que las partes involucradas tendrán derecho a apelar, según advierten los especialistas consultados por VOA.
Valor de la petrolera
De acuerdo con los expertos, Citgo tiene un valor estimado entre los 10.000 y los 13.000 millones de dólares, una suma cercana a la mitad de lo que los acreedores reclaman del Estado venezolano.
Entre los demandantes están la minera canadiense Crystallex International Corp, Siemens, ConocoPhillips y Exxon Mobil, cuyas propiedades y negocios en Venezuela fueron expropiados por el gobierno del fallecido expresidente Hugo Chávez.
También, destacan las deudas con tenedores de bonos emitidos por PDVSA en 2016, cuya garantía era el 50,1 % de las acciones de Citgo.
«Eso quiere decir que vas a tener a acreedores reclamando el dinero que falta, y esa gente va a buscar el dinero bajo las piedras. ConocoPhillips, por ejemplo, está intentando embargar a PDVSA por los proyectos de gas en Trinidad y Tobago», añadió Cunto.
El economista concluyó que en términos económicos y estratégicos, perder Citgo para Venezuela sería un golpe para la industria nacional.
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