Las extensiones de pestañas se han convertido en una tendencia popular en los últimos años, enmarcando miradas con volumen y longitud de ensueño.
Sin embargo, detrás de su belleza se esconde una realidad que no podemos ignorar: los potenciales riesgos que podrían afectar la salud ocular y la calidad de tus pestañas naturales.
Por ello, se explicarán cuáles son los pros y contras de este tratamiento estético para que tomes una decisión consciente si deseas colocártelas.
Reacciones alérgicas
Si el pegamento utilizado contiene productos químicos a los que eres sensible, puede desencadenar molestas reacciones como enrojecimiento, irritación, hinchazón, picazón y ojos llorosos.
Infecciones
Las extensiones crean un ambiente ideal para la proliferación de bacterias y hongos en los párpados, lo que aumenta el riesgo de infecciones. Estas pueden provocar enrojecimiento, hinchazón, costras y picazón, y en casos graves, dañar la vista.
Daño a las pestañas naturales
Si la aplicación o la extracción de las extensiones no se realiza correctamente, tus pestañas naturales pueden sufrir las consecuencias: caída, rotura o incluso pérdida permanente, ya que los materiales empleados las va debilitando.
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