Berlín.- El ministro de Interior alemán, Horst Seehofer, presentó hoy un plan para hacer frente a la criminalidad proveniente de la ultraderecha que incluye aumento de personal en organismos de seguridad y la revisión de algunas estrategias.

Especialmente significativo es el anuncio de que, sin olvidar las tradicionales organizaciones neonazis, se pondrá en el punto de mira también a grupos de la «nueva derecha» como el llamado Movimiento Identitario, las juventudes del partido Alternativa por Alemania (AfD) o el grupo denominado El Ala que funciona dentro de la agrupación.

«Hay un rastro de sangre dejado por la ultaderecha que va desde los crímenes de la NSU, pasa por la matanza de Münich, sigue con el asesinato de Walter Lübcke y desemboca en el ataque a la sinagoga de Halle», dijo Seehofer el presentar el plan.

El grupo Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU) fue una célula neonazi que asesinó una decena de personas de origen extranjero en diversos lugares de Alemania sin que las autoridades establecieran durante años relación alguna entre los crímenes.

La matanza de Münich fue perpetrada en 2016 por el joven David Sonboly que asesinó a nueve personas de origen turco y luego se suicidó y de quien se sabe que era admirador del neonazi noruego Andrea Breivik.

Walter Lübcke era un político local de la Unión Cristianodemócrata asesinado por un ultraderechista y en octubre pasado un neonazi intentó atacar la sinagoga de Halle (este de Alemania) y, al no conseguirlo, asesinó a dos personas en la calle.

«En Halle un joven nos gritó: no podéis protegernos. Eso fue para mi como un mandato para hacer algo contra la ultraderecha», dijo Seehofer.

El primer paso será la creación de 600 puestos, 300 en la Oficina Federal de lo Criminal (BKA) y 300 en la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), organismo encargado de detectar tendencias radicales que atenten contra el orden democrático.

Seehofer, durante la presentación, estuvo acompañado del presidente de la BfV, Thomas Haldewang, y de la BKA, Holger Munch.

Haldewang, en su presentación, resaltó la necesidad de poner el punto de mira en grupos de la llamada nueva derecha donde puede haber un caldo de cultivo para el extremismo violento.

«Tenemos bien observada a la escena neonazi tradicional pero también tenemos que poner el foco en grupos de la nueva derecha como el Movimiento Identidario o en casos sospechosos como la Joven Alternativa o El Ala», dijo Haldenwang.

La Joven Alternativa y El Ala, suborganizaciones de Alternativa por Alemania, han sido clasificados por la BfV como «casos sospechosos» lo que le permite utilizar recursos propios de los servicios secretos para utilizarlos.

Parte de la estrategia también será tratar de detectar redes de ultraderecha y, a ese respecto, Haldewang dijo que también había que observar si existían dentro de los organismos del Estado.

«Estoy convencido de que la mayoría de los servidores públicos respetan la constitución pero hemos tenido casos en la policía, en el Ejército e incluso un caso entre nosotros. Pueden ser casos aislados pero son demasiados como para no analizarlos en detalle», dijo.

 

EFE

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