El director del Centro del Legado del Genoma Oceánico de la Universidad Northeastern de Boston, Dan Distel, descubrió a una nueva especie de mejillón, del tamaño de un arroz, a menos de 90 metros de profundidad. 

Distel encontró similitudes entre el pequeño mejillón y los mejillones gigantes ubicados en los respiradores hidrotermales, a más de 457 metros de profundidad, las cuales se caracterizan por tener branquias que le permiten absorber los nutrientes del sulfuro de hidrógeno perteneciente a la superficie terrestre. 

Sin embargo, el ejemplar encontrado es diminuto y con una tonalidad pálida. Luego de un análisis de ADN, determinaron que era una nueva especie de mejillón y decidieron denominarlo “Vadumodiolus teredinicola”. 

Bosque submarino de organismos

El hallazgo se realizó mientras el equipo estudiaba un antiguo bosque submarino en la costa de Alabama, EEUU. Este bosque se encontraba a 161 kilómetros del océano, sin embargo, en un periodo de 45.000 y 70.000 años atrás, el mar se elevó y sumergió poco a poco a los cipreses calvos, una especie de árboles. 

Desde entonces, el bosque estuvo oculto hasta que se generaron diversos huracanes en 2004, despejando así la arena que lo cubría. Tiempo después, unos pescadores encontraron los árboles en el fondo del Golfo de México e informaron a los expertos. 

Ante tal descubrimiento, el equipo de Distel ha encontrado y analizado a miles de organismos, aunque uno de sus principales objetivos son los gusanos de barco, una agrupación de almejas que crean túneles en madera. 

Hábitat de los pequeños mejillones 

Al parecer los “Vadumodiolus teredinicolas”, habitan en las madrigueras abandonadas por gusanos de barco ya fallecidos, esto luego de observar a más de 124 mejillones que se escondían en estos túneles. 

Del mismo modo que sus primos gigantes, los mejillones contienen bacterias simbióticas que necesitan de un entorno con el menor grado de oxigenación para alimentarse. En las madrigueras de lombrices, estos logran tapar el agujero con su cuerpos, generando un ambiente sin oxígeno para sus simbiontes.

Otro dato es que los mejillones se mantienen siempre dentro de las madrigueras por su gran fragilidad. 

«Sus caparazones son finos como el papel. Para cogerlos usaría un par de pinceles como palillos. Si intentas cogerlos con pinzas o con los dedos, los aplastarás», aclara Distel. 

 

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