El grupo islamista Hamás denunció el uso del hambre en Gaza por parte de Israel, que desde el pasado 2 de marzo bloquea el acceso de ayuda humanitaria y comercial al enclave, como un «arma de genocidio» en un comunicado difundido este sábado.
«La Franja de Gaza está entrando en una fase de hambruna y (el primer ministro israelí, Benjamin) Netanyahu y su Gobierno criminal están utilizando el hambre como un arma de genocidio», recogió el comunicado.
Los islamistas advirtieron de las «desastrosas repercusiones» para la población gazatí del cierre total impuesto por Israel, alegando que «impide el ingreso de productos básicos para la vida, incluidos alimentos, agua, medicinas y combustibles».
La denuncia de Hamás llega después de que, el viernes, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) informara que había agotado sus reservas de alimentos tras hacer una última entrega a los comedores gazatíes.
«Se espera que estos comedores se queden sin alimentos en los próximos días. Durante semanas, los comedores de comidas calientes han sido la única fuente constante de ayuda alimentaria para la población de Gaza», recogió un comunicado difundido por el PMA a la prensa.
«El anuncio del Programa Mundial de Alimentos de que todas sus reservas de alimentos en la Franja de Gaza se han agotado refleja el nivel alarmante de la catástrofe humanitaria creada», denunció Hamás.
Los islamistas aseguran que al uso de la hambruna como arma de guerra se unen los «ataques deliberados a estaciones de agua y centros de distribución de alimentos», que califican como una violación del derecho internacional.
Hamás llamó a la comunidad internacional, haciendo hincapié en los países árabes e islámicos, para que tomen medidas urgentes que pongan fin al bloqueo israelí a la entrada de ayuda.
El pasado 2 de marzo, día en que debería haber comenzado la segunda fase del alto el fuego en Gaza, sobre el que las partes nunca llegaron a un acuerdo, Israel bloqueó el acceso de toda ayuda a la Frnaja.
La medida se vio entonces como una estrategia para presionar a los islamistas a acceder a sus exigencias de extender la primera fase de la tregua (pudiendo mantener así su presencia militar en el enclave) que se mantiene más de mes y medio después.
La escasez de alimentos dentro del enclave palestino ha disparado el precio de la mayoría de los productos básicos, como la harina, para la que ya hay que pagar cerca de 400 shéqueles (95 euros) por tan solo un paquete, según detallaba a EFE un gazatí la semana pasada
Según los datos del Gobierno de Hamás en Gaza, 52 personas han muerto por hambre y desnutrición en el enclave desde que Israel lanzó su ofensiva en octubre de 2023. Del total, 50 eran menores de edad.
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