Bogotá.- Los cuatro hipopótamos que llevó el narcotraficante Pablo Escobar a Colombia en 1981, hoy representan una amenaza para el ecosistema de ese país.

Según el reciente trabajo publicado por El Espectador, los cuatro ejemplares se han reproducido hasta convertirse en una población de más de 120 individuos y en la especie invasora más grande del mundo.  

Reseña el medio de comunicación colombiano que, pese al carisma, científicos señalan que hoy son una amenaza para los ecosistemas y otras especies nativas. «Son animales que pueden pesar hasta dos toneladas y consumir 70 kilos de comida al día», explican. 

La historia de los hipopótamos de Pablo Escobar es tan popular que ha trascendido a medios internacionales. En 1981 el narcotraficante llevó a Colombia tres hembras y un macho, en contenedores. Lo hizo junto a jirafas y elefantes para construir un zoológico privado en 3 mil hectáreas de la hacienda Nápoles, en Antioquia. 

Los hipopótamos pasan gran parte de su tiempo en cuerpos de agua para bajar su temperatura, defecar y orinar. En el proceso de descomposición de los desechos las bacterias liberan dióxido de carbono, que en grandes cantidades puede disminuir los niveles de oxígeno.

Indican que este problema por mucho tiempo pasó desapercibido, sin embargo, la conversación se volvió a activar por la propuesta de un abobado de crear un santuario para los hipopótamos del Magdalena Medio.

Haga clic aquí para leer el trabajo realizado por El Espectador

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