Bogotá.- Human Rights Watch (HRW) instó este sábado al Gobierno colombiano a asegurar la extradición desde EE.UU. del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso con el objetivo de evitar la impunidad en los casos que le sigue la Justicia de su país, ante la posibilidad de que pueda ser deportado a Italia este mes.

«El testimonio de Salvatore Mancuso podría ayudar a develar la verdad sobre cientos de crímenes atroces y garantizar justicia para miles de víctimas», afirmó el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, citado en un comunicado de su oficina.

El pedido de la organización ocurre en la misma semana en la que el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) y más de cien afectados por los delitos de Mancuso solicitaron al Gobierno colombiano que no permita su deportación de EE.UU. a Italia y que pida su extradición porque aún tiene numerosos procesos en el país andino.

«Hasta ahora las autoridades colombianas han hecho muy poco para lograr su extradición y los pasos que han tomado han sido notoriamente negligentes», agregó Vivanco.

Mancuso y otros 13 altos mandos de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) fueron extraditados a EE.UU. el 13 de mayo de 2008 en aviones de la agencia antidrogas estadounidense (DEA) durante el Gobierno del entonces presidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010).

Uribe alegó que los exparamilitares incumplieron los compromisos de la Ley de Justicia y Paz, siguieron delinquiendo desde la prisión y no merecían los beneficios de esa medida, destinada a los paramilitares que dejaron las armas hasta 2006.

El pasado 27 de marzo, Mancuso cumplió su condena por narcotráfico en Estados Unidos, pero como las cárceles de ese país estaban cerradas por la crisis del coronavirus, el Gobierno colombiano suspendió cualquier trámite relacionado con él.

LOS CRÍMENES DE MANCUSO

Salvatore Mancuso, de 56 años, es hijo de un ganadero del caribeño departamento de Córdoba y también tiene ciudadanía italiana.

Conocido como «El mono», Mancuso fue jefe del estado mayor de las AUC y segundo comandante de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU).

También hizo parte del Bloque Norte y del Bloque Catatumbo de las AUC, organización desde la cual se desmovilizó el 10 de diciembre de 2004 junto con 1.434 hombres en el municipio de Tibú, en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.

Según el Movice, Mancuso fue condenado por más de 1.500 crímenes cometidos bajo sus órdenes, pero aún no se han sancionado cerca de 75.000 hechos criminales asociados a su comandancia.

De acuerdo con ese movimiento, hombres al mando de Mancuso perpetraron 139 matanzas que cobraron la vida de más de 837 personas en distintas partes del país en las que las AUC impusieron el terror en su lucha contra la guerrilla de las FARC, principalmente.

COOPERACIÓN CON «JUSTICIA Y PAZ»

Según «entrevistas a fiscales y documentos judiciales a los que tuvo acceso Human Rights Watch», a Mancuso aún lo investigan por cientos de crímenes de guerra y, en opinión del organismo, si el exjefe paramilitar «confiesa su rol en estos delitos y coopera con el sistema judicial, es probable que muchos de estos casos sean consolidados con las condenas por Justicia y Paz».

Las AUC se desmovilizaron en el 2006 tras un proceso de negociación con el Gobierno de Uribe y, como parte del acuerdo, los exparamilitares se acogieron a la Ley de Justicia y Paz, que contempla penas de máximo ocho años de cárcel a cambio de colaboración para esclarecer crímenes.

«Mancuso no tendría incentivos para seguir cooperando con la justicia colombiana si se le permite viajar a Italia», sostuvo HRW.

PEDIDOS DE EXTRADICIÓN

Human Rights Watch señaló que las autoridades de Colombia han hecho tres pedidos de extradición a EE.UU. por Mancuso, el último de ellos en junio pasado.

«Fiscales de Estados Unidos hicieron una solicitud a un tribunal federal de Georgia a pedido de autoridades colombianas, instando a la extradición de Mancuso en relación con una sentencia a 27 años de prisión por dos casos de secuestros y homicidios cometidos en 1997», según documentos judiciales a los que tuvo acceso HRW.

Sin embargo, a los pocos días Colombia «repentinamente retiró su solicitud» y el organismo confirmó que eso ocurrió porque «los tribunales ya habían consolidado esa sentencia con las decisiones de Justicia y Paz y consideraban que la pena ya había sido cumplida».

«Una lectura rápida y superficial de la condena relevante de Justicia y Paz y una búsqueda online hubieran sido suficiente para que las autoridades colombianas descubrieran el inexcusable error que cometieron con la solicitud de extradición de Mancuso», aseguró Vivanco.

Igualmente, entre marzo y mayo Colombia redactó dos solicitudes más que no fueron aceptadas por EE.UU. «aparentemente porque los fundamentos legales no coinciden con la legislación» de ese país, según HRW.

 

EFE

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