Bogotá.- Íngrid Betancourt, quien estuvo secuestrada por las extintas FARC durante 7 años, habló por primera vez cara a cara con los exguerrilleros que la hicieron cautiva y se mostró conmovida con los testimonios de sus «hermanos de dolor», que padecieron el mismo flagelo que ella.

«Hoy es 23. Un 23 ustedes me secuestraron y un 23 murió mi papá», dijo la excandidata presidencial al iniciar su intervención en el acto en el que la exguerrilla reconoció y pidió perdón por los secuestros cometidos.

«Nunca habría imaginado en lo profundo de mi cautiverio, que un día tendría la posibilidad de un diálogo humano con mis antiguos captores”, manifestó, al aseverar que “la violencia nunca ha sido ni será la solución».

«Oí con emoción el relato de mis hermanos de dolor. Los oí llorar, los vi llorar y he llorado con ellos y me cuesta trabajo no seguir llorando. Debo confesarles que me sorprende que nosotros de este lado del escenario todos estemos llorando y del otro lado no haya habido ni una sola lágrima», les dijo Íngrid Betancourt a los excombatientes de las FARC.

«Yo necesito ver los ojos aguados de ustedes», insistió.

Y les dijo a los exguerrilleros que «mientras nuestra pesadilla sea solamente nuestra, mientras ustedes no se despierten en la noche con las mismas pesadillas de nosotros, estaremos todavía en la distancia de no poder explicarle a Colombia lo que realmente sucedió».

Noticias Caracol

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