Arauca.-Dos ciudadanos, de nacionalidad venezolana, fueron asesinados a tiros, la noche de este domingo 12 de junio, en el casco comercial del municipio de Fortul, perteneciente al Departamento de Arauca, por presuntos sicarios que los atacaron a mansalva cuando se encontraban, por separado, adquiriendo algunos víveres.
Estos dos crímenes son objeto de investigación judicial por parte de funcionarios de la policía nacional de Colombia, cuyos expertos en criminalística, entre otras cosas, buscan determinar si existe alguna relación entre ambos hechos de sangre, toda vez que las víctimas ejercían la misma profesión, pues, tal y como ha trascendido, de manera extraoficial, eran barberos.
En cuanto a la manera como se perpetraron los homicidios, el periodista Gonzalo Orduz de @Go_masnoticias, publicó que los hechos se produjeron cuando el reloj marcaba las 8:00 de la noche, aproximadamente.
En ese momento, los sicarios abordaron a la primera víctima en la calle 7 con carrera 17 del barrio Ramírez, en el casco central del citado municipio araucano. Al parecer, sin mediar palabras, uno de ellos sacó un arma de fuego y le dio un tiro en la cabeza, causándole la muerte, de manera instantánea.
Todo apunta a que en este caso se trataba de Heyner Ramírez, pues según trascendió dejó un niño menor y al momento del ataque llevaba una bolsa con pañales, que quedaron al lado de su cuerpo.
Seguidamente, los asesinos ingresaron a un supermercado, ubicado en la misma cuadra del sector. En ese local comercial, el otro joven barbero se encontraba haciendo unas compras. A mansalva, lo emboscaron y dispararon en repetidas ocasiones, dejándolo muerto al instante. Se trataría de Víctor Hernández.
Tiempo después, funcionarios de la policía nacional colombiana acantonada en el municipio en cuestión, llevaron a cabo las experticias de rigor, para proceder luego con el levantamiento de los cadáveres, con el apoyo de personal de una funeraria. De este modo fueron trasladados a la sala de patología de la Medicatura forense del departamento para las respectivas autopsias.
Del mismo modo, se inicia el abordaje del entorno familiar y laboral de las víctimas, con el fin de precisar datos que pudieran esclarecer los móviles de estos sicariatos.
Fuente: La Nación
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