Roma, Italia. Italia espera contar con las primeras vacunas antes de final de año y las primeras dosis, alrededor de dos o tres millones, irán destinadas a los trabajadores sanitarios y a las personas mayores con enfermedades, particularmente las que se encuentran en residencias.
«Cuando llegue la vacuna, el problema será decidir a quién dársela. Al principio tendremos unas dosis, dos o tres millones. Mi propuesta es que sean gratis y que lleguen primero a los trabajadores sanitarios y a las personas mayores con patologías, especialmente a las que se encuentran en residencias», ha dicho el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, en una entrevista que publica hoy el diario «Corriere della Sera».
Descartó, como ya ha hecho en los últimos días el primer ministro, que el Gobierno piense en un nuevo confinamiento nacional a pesar del reciente incremento de los casos de contagio y destacó que Italia ha «invertido muchos recursos y fortalecido el Servicio Nacional de Salud».
Speranza consideró que se dan todas las condiciones necesarias para una reapertura segura de las escuelas en las próximas semanas y pidió a los partidos políticos que dejen a un lado las discrepancias y las críticas para unirse y superar juntos la crisis de la pandemia.
«El otoño no será fácil y pienso que deberemos actuar con la máxima cautela. Sin embargo, soy optimista, veo la luz al final del túnel. En unos meses tendremos resultados alentadores tanto para tratamientos como para vacunas. Por ahora tenemos que resistir», opinó.
«Hasta la vacuna tenemos que mantener el nivel de atención muy alto, aunque la situación italiana es, afortunadamente, diferente a la de otros países europeos», concluyó.
EFE noticias
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