En el concierto de las naciones, hay muchas ciudades, que son atractivas, según sea el interés y posibilidad para nosotros los seres humanos.
Por ejemplo, las personas interesadas en la alta costura, la moda y el mundo de la pasarela, tendrán como punto de referencia las ciudades de París en Francia, y Milán, en Italia, las cuales son íconos en el mundo de la alta costura.
Esto las hace punta de lanza en la exportación de sus grandes figuras en el diseño mundial.
También podemos mencionar tres ciudades de impacto mundial. La ciudad de Nueva York, con sus grandes edificios y concurridas avenidas, con sus clásicos taxis de color amarillo, también notable por sus grandes redes de firmas comerciales y toda clase de transacciones bursátiles, lo cual atrae a muchas personas de todo el mundo.
Orlando en Florida, de igual manera, es una ciudad que es reconocida en todos los ámbitos como la cuna de la diversión y del entretenimiento del planeta Tierra, visitada por millones de familias y personas en búsqueda de lo novedoso y excitante de sus parques temáticos, además de los ambientes variados que abundan según sean los gustos e intereses.
Y qué diremos de Los Ángeles, con toda su capacidad de la industria cinematográfica de exportación a escala planetaria.
En Venezuela, nuestro país, hay una gran variedad de ciudades con un sinfín de opciones para propios y extraños.
Cada una de ellas es referencia para el turismo interno e internacional.
En el caso particular, Ciudad Guayana es muy atractiva por sus bellezas naturales, así como por todas las riquezas que pueden generar sus empresas básicas con un enorme potencial de desarrollo a lo largo y ancho del país.
Pero con todo lo que se ha descrito de todas estas grandes y atractivas ciudades, es necesario afirmar que en todas ellas subyace un nivel de perversión que está vinculado con sus habitantes.
“NO TODO LO QUE BRILLLA ES ORO”. En ese sentido, nosotros como Ciudad Guayana no escapamos a esta realidad.
¿Y cómo puede una ciudad quedar esclavizada a la perversión?
Pastor Miguel Amay
Iglesia Evangélica Bethel Familia Viva
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