Panamá.- Ciudad de Panamá presume de ser la gran urbe de Centroamérica gracias a sus modernos rascacielos de vidrio, algo que para los expertos es una «contradicción» en este país de altas temperaturas y niveles de humedad típicos de un clima tropical.

Las enormes edificaciones de vidrio polarizado, ubicados principalmente frente a la apacible Bahía de Panamá, «no tienen sentido», ya que los «muro cortina» (paredes completas cristal) acumulan calor y no permiten ventilar el edificio, dijo el arquitecto panameño Rodrigo Guardia.

«Compramos por los ojos una arquitectura que no tiene lugar de ser aquí (…) hay países que construyen porque tienen recursos energéticos para poner un aire acondicionado, pero en Panamá eso no tiene sentido», explicó el experto.

Hasta el «boom» de la construcción en 1970, las edificaciones estaban planteadas para usar la ventilación cruzada aprovechando las pocas corrientes de aire que hay en Panamá. Un ejemplo de ello son los domicilios elevados del suelo (estilo palafito), o el uso de balcones en viviendas.

Por eso los edificios de cristal que dan forma al moderno y reconocido horizonte de la capital «son demasiado calientes para Panamá», donde la temperatura máxima promedio ronda los 30 grados Celsius y la humedad el 80 %, y la obra entonces depende completamente del aire acondicionado, un invento que impulsó la arquitectura moderna.

Como contexto, Guardia explicó que «si llegas temprano un lunes, después de un fin de semana que no se haya ventilado, hace un calor insoportable» dentro del edificio.

El nuevo perfil de la capital se sumó a la riqueza arquitectónica de Panamá, el llamado «crisol de razas» porque acoge diferentes culturas ya que históricamente ha sido paso clave de rutas comerciales internacionales.

En Ciudad de Panamá se aprecian tres estilos a simple vista: una es la arquitectura colonial en el Casco Antiguo, con corrientes españolas y francesas. Allí se encuentra el Teatro Nacional, obra del arquitecto italiano Genaro Ruggieri inaugurada en 1908 y el edificio que mejor representa el estilo neoclásico panameño.

Luego están las estructuras modernas estadounidenses de la zona del Canal producto de la presencia de EE.UU. por casi 100 años, y por último los nuevos rascacielos de cristal que otorgan a la capital el apelativo del «Miami de Latinoamérica».

Registro general de la iglesia de la Merced en el Casco Antiguo de Ciudad de Panamá (Panamá).

Arquitectura «Post Aire Acondicionado»

El aire acondicionado, inventado en EE.UU. por Willis Haviland Carrier a principios del siglo XX, marcó un «antes y un después» en la arquitectura de Panamá cuando en la década de 1980 se populariza gradualmente en el país acompañado de un «boom» en la construcción iniciado 10 años antes, lo que da como resultado la moderna ciudad actual.

«Hubo un cambio en la arquitectura moderna que se apoya en al aire acondicionado creando los nuevos rascacielos», dijo Marixa Lasso, historiadora y directora de Investigaciones y Publicaciones del Ministerio panameño de Cultura y moderadora del foro ‘Arquitectura Tropical y Pandemia‘.

Los nuevos estilos de la «arquitectura post aire acondicionado», como los definen los expertos, dejan atrás los domicilios tradicionales, esas casas con tejado triangular que estaban elevados dos o tres metros de la tierra para «alejarse del suelo húmedo, posibles inundaciones y dejar que circulara la brisa por debajo», explicó Guardia.

«Panamá prometía ser un oasis tropical de modernidad arquitectónica, pero en un momento dado decidimos que el aire acondicionado relevaba a la arquitectura de su papel mediador entre la persona y el exterior», explicó el arquitecto Guardia en el foro.

Mezcla cultural

La arquitectura de Panamá siempre ha estado sujetado a la frase que define el país: «Panamá, crisol de razas». La presencia de diferentes culturas, como la indígena, española, estadounidense o africana marcaron la evolución de esta disciplina en el país.

Registro en contrapicado de varios edificios en Punta Paitilla en Ciudad de Panamá (Panamá).

En las comunidades indígenas se aprecian cabañas de palmera y madera, mientras que en el interior del país se conservan casas bajas y frescas de origen prehispánico y colonial.

Pero la arquitectura tropical, que se aprecia en los edificios del campus de la Universidad De Panamá, es la que marca tendencia en el país. Una gran cantidad de edificios tienen aleros, el sector del tejado que sobresale de la pared para proteger la estructura del agua de la lluvia.

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