Nueva Delhi.- La India reportó este martes 36.370 nuevos casos de COVID-19, el número más bajo en tres meses, elevando el total hasta los 7,9 millones desde el inicio de la pandemia, tras una sostenida disminución de los casos, que llegaron a marcar máximas globales con más de 90.000 infecciones en una misma jornada.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Salud indio, en el último periodo se registraron también 488 muertes, situando el total en 119.502 fallecidos. Esto supone una tasa de mortalidad del 1,5 %, un número significativamente bajo en comparación con otros países.
La India, que ocupa el segundo lugar entre los países con más casos, solo por detrás de Estados Unidos, posee los datos de recuperación globales más altos, disminuyendo el número de casos activos hasta los 625.857, con más de un 90 % de recuperaciones.
Las autoridades no habían reportado un dato de contagios inferior a los 36.000 casos desde mediados de julio, cuando el número de infecciones comenzó a aumentar a decenas de miles por día.
Con cada vez menos nuevas infecciones, la nación ha puesto en descenso la curva de contagios pese a haber levantado casi todas las restricciones ordenadas a finales de marzo para el confinamiento de su población, de 1.350 millones de habitantes.
En la fase cinco de un proceso de desescalada que inició el Gobierno en junio, la India ha autorizado la reapertura de restaurantes, cines, del sistema de transporte público y de buena parte de las actividades recreativas y deportivas.
Casi todos los sectores económicos del país se han ido reactivando en los últimos meses.
Entre las pocas actividades sobre las que se mantiene el veto están la operación de vuelos comerciales internacionales, si bien los vuelos domésticos están operativos. Sin embargo, el Ministerio de Aviación ha establecido puentes aéreos con cerca de 20 países para operar rutas bilaterales bajo restricciones específicas.
El Ministerio de Interior, además, anunció la relajación gradual de las restricciones de viaje para extranjeros, autorizando los visados para no turistas tras más de siete meses de suspensión.
La India ha tenido que hacer frente a la pandemia con un sistema de salud muy deficiente y con una población muy vulnerable de más de 800 millones de personas en situación de pobreza, la mayor parte de ellas viviendo en zonas rurales con menor acceso a los centros de atención.
En medio de una época de festivales religiosos que llaman a grandes celebraciones y aglomeraciones de personas, las autoridades han pedido a la población mantener las medidas de distanciamiento social para evitar un nuevo pico de infecciones.
EFE
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