«Esa que te conduce a hacer y tener en mayor medida y con más plenitud»
En un mundo que arrastra patrones de conductas automatizados, de generación en generación, en algún punto de nuestra vida se llegó a confundir el propósito del hombre con el de una máquina.
Es decir, nuestra única funcionalidad es hacer y más nada, porque si no nos etiquetamos y nos etiquetan como inútiles.
Además de ello se creó el estigma del que más tiene más vale. Nada más alejado de esto.
Entonces la razón de ser del individuo se limitó a trabajar como máquina en modo hacer, hacer y hacer procurando ahora, tener, tener y tener para poder valer.
Quedando la esencia del individuo como la piedra de una ostra bien sellada, imposible de ver y cubierta por una coraza hermosa, pero coraza al fin.
Ahora el mundo está cambiando, la globalización nos está arropando, la rapidez con la que todo cambia nos lleva a mantenernos en constante cambio.
Cambios que suelen ser abrumadores para la mayoría y es comprensible porque se trata de romper paradigmas y estar en constante desaprender para volver a aprender.
Ahora con tanta gente haciendo de todo, con tanto acceso a la información y con tantas cualidades puestas sobre la mesa, diferenciarse pasó a ser prioridad.
Sobresalir y resaltar, hoy es cuestión de vitalidad y la gente está despertando, se esta dando cuenta que la única manera de hacerlo de forma real es valiéndote de tu esencia, esa que te hace único y que emana autenticidad.
Pero la coraza a veces está tan dura y bien sellada que cuesta abrirla y encontrar esa perla oculta en esa ostra ¿Te sucede?
Definitivamente es imperativo hoy SER para poder HACER las cosas con tu sello personal y TENER los resultados que requieres y que difícil es cuando estás acostumbrado a comportarte como máquina.
Nos resistimos un poco al hecho de SER, entiendo que es algo un tanto novedoso aunque sea lo único que realmente nos pertenezca, eso con lo que nacimos, además evadimos esos temas holísticos y espirituales porque nos parece cursi y hasta lo etiquetamos de «rosa», mientras que buscamos afanadamente dejar nuestra huella, nuestra marca personal, ¿Un poco incongruente verdad?
Cuando yo veo o escucho esto, llego a la conclusión de que al mundo le urge mucha coherencia y congruencia, pero sobretodo ESENCIA.
En virtud de eso te quiero regalar 3 ejercicios que te permitirán reencontrarte con tu SER para a partir de ahí HACER y así tener todo lo que quieras, cuando así lo quieras, así como, dejar esa huella que te distingue y te hace únic@:
1. Define que te hace únic@ ¿Que es eso que te diferencia del resto? Esta quizá es la pregunta más difícil que tendrías que responder, tu dirás si supiera lo que me hace diferente ya lo estuviese haciendo o mostrando.
Y si tienes razón de cierto modo, aunque quiero aclararte que el hecho de que no seas capaz de verlo, no significa que no lo sepas. Solo cambia el foco y empieza a mirar hacia dentro.
Busca dentro de ti, descríbete de forma honesta, conéctate con esa niña o ese niño de 4 o 5 años y empieza a preguntarle que le gusta, que disfruta, que ama hacer y como lo haría. Seguro ahí esta lo que te diferencia.
2. Cuales son tus puntos fuertes externos y tus puntos fuertes internos, si no lo reconoces por ti mismo, pregúntale a gente muy cercana a ti, únelos y súmale esto al punto anterior.
Este punto es súper valioso, haz una lista de tus cualidades internas en una columna y al lado en otra columna haz la lista de cualidades externas, súmale a eso los resultados del ejercicio anterior.
3. Describe lo que harías con esto, así no te pagaran por ello.
Este es el ultimo ejercicio, dedícate a hacer un listado de posibles labores o actividades que desempeñarías así no te pagaran.
El dinero es otro tema, que va en consonancia con el manifiesto de tus dones y talentos y tu capacidad de darle apertura en tu vida.
Haz estos 3 ejercicios y seguro tendrás varios descubrimientos poderosos.
Estas son 3 revisiones fáciles de hacer pero requieren de tiempo y energía, pero vamos, si pasas tanto tiempo viendo la vida de otros, lo que hacen otros, nada te costará regalarte un poco de tu tiempo a ti mism@, tiempo que se verá recompensado con mayor satisfacción y sentido de vida.
Porque si algo debes tener claro es que tu sentido de vida no va atado a lo que haces o tienes, sino a lo que eres cuando haces lo que te apasiona y las bendiciones que Dios derrama sobre ti para que a su vez tu puedas bendecir a otros.
La vida es así, sencilla, más que un intercambio, se trata de un equilibrio entre el dar y el recibir, entre el ser, el hacer y el tener.
Claro que puedes llegar a tener sin necesidad de ser tu mismo, pero tu vacío va será tan profundo que nada de lo que tengas podrá llenarlo.
Y claro que puedes hacer sin necesidad de ser, pero te perderás tanto pero tanto, que te fundirás en otros, te compararás con otros, envidiarias a otros y caerás en imitarlos, enterrando tanto tu verdadera esencia que después será muy difícil recuperarla y recuperarte a ti, terminarás siendo una máquina más del montón que cuando presente averías sencillamente el sistema la desechará y tu mismo te enterrarás.
Ahora bien, te he colocado esos 3 panoramas, tu eliges como quieres vivir, si prefieres seguir pensando que esto del SER es pura cursilería o si te dedicarás a conocerte, enfrentarás el miedo de ser tu mism@, de hecho aprenderás a ser tu mism@ o seguirás siendo uno más del montón, intentando llenar tus vacíos con lo material y haciendo, haciendo y haciendo hasta que tus dolencias, enfermedades y tu propia autodestrucción se apodere de ti.
Solo tu puedes elegir, sé que este es un camino un poco complejo y a veces parece una montaña muy empinada y intrincada pero te aseguro que vale la pena hacer todo tu esfuerzo y colocar toda tu voluntad por rescatarte, por descubrirte, por pulirte y brillar desde tu esencia, transformándote a ti y transformando tu mundo desde la magia de tu SER.
Espero de corazón que estas reflexiones hayan calado en ti, que te lleven a un nuevo nivel de consciencia y te inviten a hacer los cambios que hoy tu Alma requiere que hagas.
Te bendigo y bendigo tu camino.
Con amor,
Coach Bárbara Ortega
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