Naciones Unidas, 18 sep (EFE).- El tira y afloja entre nacionalismo y multilateralismo, la tensión en el Golfo Pérsico, la guerra comercial y las políticas contra el cambio climático serán asuntos centrales en las reuniones que líderes de todo el mundo mantendrán la próxima semana en la Asamblea General de la ONU.

Estas son las claves de la semana grande de la diplomacia internacional:

LOS CRÍTICOS, PRIMERO

Paradojas de la vida. El próximo martes dos de los críticos más duros de la ONU tendrán el privilegio de abrir oficialmente los debates de la Asamblea General.

Siguiendo la tradición, Brasil dispondrá de la primera intervención, que en esta ocasión supondrá el estreno de Jair Bolsonaro en Naciones Unidas.

El líder ultraderechista cuestiona las políticas de cambio climático, ha chocado con el mundo por la Amazonía, ha sacado a su país del pacto de migración de la ONU y, en las últimas semanas, ha lanzado durísimos ataques personales a la alta comisionada para los Derechos Humanos de la organización, Michelle Bachelet.

Tras Bolsonaro, será el turno de Donald Trump, que también se opone al consenso internacional en asuntos como cambio climático y migración y cuyo discurso nacionalista, como el del brasileño, choca con el credo de Naciones Unidas.

De que se escuche el mensaje multilateralista se encargarán en esa jornada inicial el secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente francés, Emmanuel Macron, que ya en el pasado fueron el gran contrapunto a las tesis de Trump.

TENSIÓN EN EL GOLFO

Los recientes ataques contra refinerías de petróleo en Arabia Saudí han disparado la tensión en el golfo Pérsico y, sobre todo, entre Estados Unidos e Irán.

La relación entre los dos países llegaba ya en un momento muy complejo tras la retirada estadounidense del pacto nuclear de 2015 y la reimposición de sanciones, pero Trump había alimentado la idea de una posible reunión con el presidente iraní, Hasan Rohaní, en Nueva York.

Esa opción, por ahora, parece bloqueada, pero queda por ver si la Asamblea de la ONU sirve para tender algún tipo de puente entre EE.UU. e Irán -algo que buscará Europa- o si el enfrentamiento dialéctico sigue calentándose.

LA EMERGENCIA CLIMÁTICA

La ONU ya no quiere hablar de cambio climático, sino de una «crisis» que requiere acciones inmediatas y muy concretas.

Con ese fin, ha convocado para el próximo lunes una cumbre del clima en la que únicamente podrán intervenir países o coaliciones que anuncien nuevos compromisos para frenar el calentamiento global.

Los líderes, además, llegarán sintiendo la presión de la calle tras la movilización mundial prevista para este viernes y que tendrá su epicentro en Nueva York, con una protesta encabezada por la joven activista Greta Thunberg.

EE.UU.-CHINA: LA GUERRA COMERCIAL Y MÁS

Aunque no se tratará directamente en Naciones Unidas, la guerra comercial entre Estados Unidos y China planeará de fondo en las discusiones entre los jefes de Estado y de Gobierno.

El líder chino, Xi Jinping, no estará en Nueva York, pero su país trata de aprovechar el vacío que EE.UU. está dejando en la ONU bajo la Administración Trump para ganar influencia en la organización y, de esa forma, en la escena internacional.

EL ETERNO PROBLEMA DE ORIENTE MEDIO

Hace más de dos años, Trump prometió el «Acuerdo del Siglo» para lograr la paz entre israelíes y palestinos, pero el mundo sigue esperando.

La Casa Blanca dio a conocer en junio un programa económico para Palestina, primera parte de su gran plan de paz, pero ha pospuesto una y otra vez la presentación de la parte política, la clave del proyecto.

El último retraso buscaba dar tiempo a las elecciones israelíes de esta semana, por lo que algunas fuentes especulan con la posibilidad de que EE.UU. aproveche la Asamblea General de la ONU para, al menos, comenzar a discutir su propuesta con algunos países.

La iniciativa cuenta de entrada con la oposición total de las autoridades palestinas, que creen que Trump no puede ser el mediador en el conflicto tras haber roto el consenso internacional con medidas como el traslado de la embajada de su país a Jerusalén.

VENEZUELA

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, no estará este año en Nueva York, pero la crisis en su país estará muy presente en la Gran Manzana. Además de una importante delegación del Gobierno chavista, se espera la presencia en la ciudad de un fuerte contingente opositor, a priori encabezado por el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, que tiene previsto intervenir en foros paralelos.

La Asamblea General de la ONU ofrecerá además un lugar de encuentro para los miembros del Grupo de Lima y del Grupo Internacional de Contacto y la crisis venezolana estará a buen seguro entre las prioridades para líderes como el colombiano, Iván Duque.

¿GUERRAS OLVIDADAS?

Hace solo un par de años el conflicto sirio era el gran asunto de la agenda internacional, pero la guerra en el país árabe llega ahora en un segundo o casi tercer plano a la Asamblea General, con la situación en Idlib -el último gran bastión rebelde- como principal asunto de discusión, sobre todo entre Rusia, Turquía e Irán.

Yemen llega con algo más de presencia, al menos por la dimensión regional que puede tomar el conflicto por el choque entre Arabia Saudí e Irán. Sin embargo, no se esperan grandes movimientos para tratar de acabar con una contienda que dura ya más de cuatro años y que ha causado la mayor crisis humanitaria del mundo.

Tampoco en el caso de Afganistán, un conflicto aún más largo y alejado durante años del primer plano, donde las expectativas de paz se han alejado tras la reciente ruptura de las negociaciones entre EE.UU. y los talibanes.

Aún más olvidadas quedan guerras africanas como las de Sudán del Sur o Mali, que serán tratadas en algunos foros paralelos, pero que no figuran en absoluto en la agenda de los grandes líderes.

EFE

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