Los dirigentes sindicales de la empresa Siderúrgica del Orinoco «Alfredo Maneiro» (Sidor), Daniel Romero y Leonardo Azócar cumplen un año desde que fueron detenidos por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) luego de ser llamados «a una supuesta reunión» con representantes gubernamentales.
«Hoy se cumple un año de la detención injusta de los compañeros Leonardo Azócar y Daniel Romero. Azócar es el secretario de trabajo y reclamo de la institución Sutiss y el hermano Daniel es el delegado de prevención», dijo Armando Simosa, compañero de trabajo de los detenidos.
Simosa señaló que, a su juicio, esas detenciones son «injustas» debido a que sus compañeros solo defendían sus derechos laborales establecidos en su contratación colectiva y en la ley.
Asimismo, mencionó que esto se presentó luego de que ambos dirigentes sindicales se encontraran reclamando por los derechos laborales en la planta de pellas.
«A raíz de eso, el Gobierno nacional, en este caso, manda a detener a estos dos compañeros, los cuales ya tienen hoy un año recluidos en una cárcel llamada El Rodeo, en el estado Miranda, una cárcel de alta seguridad, donde están detenidos personas que son asesinos, criminales, ladrones de bancos», explicó.
Por esto, se cuestionó la posibilidad de que personas de la «clase trabajadora» se encuentren recluidos con «criminales peligrosos».
«Le hacemos el llamado al presidente, Nicolás Maduro, al fiscal de la república, Tarek William Saab, que por favor se aboquen, de una vez por todas, a ordenar la liberación de estos compañeros», exigió.
Daniel Romero se encuentra mal de salud
Por su parte, Simosa, informó que el estado de salud de Daniel Romero se encuentra deteriorado, presentando un cuadro severo de gastritis que le ha hecho perder una cantidad alarmante de peso.
«Tenemos la confirmación de una fuente confiable que el compañero Romero no se encuentra bien, él consumía una dieta balanceada debido a condición médica, pero luego de su detención no pudo continuarla, lo que derivó a que pasara de pesar aproximadamente 100 kilos a 50 kilos», anunció.
Por lo que temen que Romero pueda fallecer a causa de alguna complicación médica y no se les permite que sus familiares puedan aplicarle ningún tipo de tratamiento para su condición.
Señalando una «tortura» que se les está aplicando a estos sindicalistas al no permitirles ningún tipo ayuda médica o legal.
«El estrés al que se encuentran sometidos por ser personas que no tienen antecedentes de detención, generándoles una sensación de hallarse enjaulados y vilmente atropellados por los entes que rigen las leyes», apuntó.
Falta de defensa legal
Hasta ahora, Leonardo Azócar y Daniel Romero no pueden acceder a un «abogado privado» y todos sus procedimientos los lleva a cabo un defensor público asignado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
«Hace dos semanas se le está haciendo un juicio y ni siquiera se le trae a la zona. Se les deja detenidos y por videollamada es que hacen las audiencias. O sea, están haciendo lo que les da la gana con estos compañero, violando todos los derechos establecidos en ley», denunció Simosa.
De igual manera, sus familiares han tenido poco contacto con los detenidos y en las pocas veces que han podido reunirse, han presenciado «mucha vigilancia» durante sus encuentros.
Simosa junto a otros trabajadores hicieron un llamado al presidente, Nicolás Maduro y al fiscal general, Tarek William Saab para que actúen a favor de esos sindicalistas que llevan un año detenidos por reclamar sus derechos laborales.
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