Ciudad Guayana. Los cálculos son diversos. Unos afirman que “comenzó hace ya cuatro semanas” mientras que otros apuntalan a indicar que la deficiencia está para “los cinco domingos” este próximo que viene.

En un amplio recorrido por el corredor vial que termina con la Estación de Servicios Trébol del mismo sector de la amplia Parroquia Unare, entre los citados bloques del populoso sector, permite conocer la “dantesca” escena de putrefacción y aguas servidas, que literalmente “riegan” desde la boca d salida de aguas negras del Bloque 22 y lo que es el corredor vial que desde allí va hasta la esquina del estacionamiento del Bloque 24, frente a la ya mencionada bomba de gasolina.

Angel Rojas, comerciantes propietario, hizo votos para que esta situación se resuelva.

“Tenemos como un mes con esta problemática, y la verdad que es bien problemática, no sólo para los mismos habitantes de estos bloques, los vecinos, sino nosotros que estamos enfrente en nuestros puestos de venta…” asoma con total criterio, Angel Rojas, propietario de una mini feria de legumbres, hortalizas y frutas, que literalmente ha quedado “como vecino” del pozo al que llegan totas estas aguas contaminadas.

“Y aquí no sólo estamos perjudicados nosotros, sino que además los habitantes a diario,  que transitan por aquí, corren el riesgo de contagiarse de alguna enfermedad, ya que cómo se vé, hay plaga pareja, mosquitos y sobre todo zancudos, y ya sabemos que males traen estos…”infiere Rojas.

“Cuando se ha podido, se han hecho llamado a Hidrabolívar, para que repare esta situación. Es más, hay un vecino de este bloque 24, que trabaja allí –en la hidrológica guayanesa- y dicen que van a venir, y no lo hacen…”

Resulta sorprendente la enorme cantidad de mosquitos y zancudos que “arropan” literalmente, estas aguas servidas que corren entre los Bloques 22 y 24 de Unare II.

Ciertamente los tiempos de pandemia que se han desatado, y la consecuente pandemia, pudieran permitir llevar a cabo este tipo de trabajos. Ahora con la variación del sistema de cuarentena al ya conocido 5 x 10, deberían permitir el ajuste necesario para poder corregir estos brotes de aguas servidas o aguas negras, para brindar un mejor vivir a la población.

Por su parte el señor Oscar García, vecino y propietario de uno de los apartamentos del Bloque 22, referenció que en días anteriores, “alguien de ustedes ya habían venido”, pero no ha pasado nada, nadie ha venido, y las aguas negras siguen desbordándose, y aquí hay muchos niños, madres y vecinos de la tercera edad, que pueden resultar contaminados con enfermedades producto de esta situación.

Espera que “las autoridades como la Alcaldía de Caroní, o la propia Gobernación del estado Bolívar, puedan llevar a cabo la reparación de las tuberías de estas aguas servidas en este sector de la Parroquia Unare.

Las aguas servidas parten de la red de cloacas internas del Bloque 24 de Unare II.

Finalmente otro de los locatarios, al que conocen como “El Huevero de Unare”, Sanyer Farías, ubicado en frente del Bloque 22 de este mismo sector, espera al igual que sus antecesores, que “esta situación se logre mejorar. El brote de aguas servidas riesgoso para todos. Para los vecinos, para los transeúntes, para los que pasan a comprar y para nosotros mismos…” concluyó.

Es lógico suponer que a través de esta nota, se busca concientizar y acelerar el programa de mejoría que debiera de establecerse en este corredor vial que está ubicado entre los Bloques 22 y 24 de Unare II, y devolverle al colectivo de la zona, una mejor calidad de vida.

Rodrigo Malagón Forero

Foto: Wuilmer Barrero

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