París.- El presidente francés, Emmanuel Macron, prometió este jueves en su primer acto de la campaña electoral incrementar el gasto de defensa para preparar al país a «una guerra de alta intensidad», por lo que prometió elevarlo hasta los 50.000 millones de euros en 2025.

En una rueda de prensa frente a cientos de periodistas en las afueras de París, el candidato, favorito en los sondeos, señaló que la actual guerra de Ucrania pone de manifiesto que Francia debe seguir teniendo un «modelo completo de ejército», para lo que señaló que se revaluarán las necesidades de las actuales fuerzas armadas.

Macron recordó que durante su mandato ya se elevó hasta los 40.900 millones de euros el gasto de defensa en 2022, lo que supone el 2 % del PIB de la nación, y prometió una aportación al fondo europeo de defensa.

El candidato indicó que estudiará con el jefe del Estado Mayor las nuevas necesidades del Ejército «a la luz de la guerra que se está viviendo» y con el fin de aumentar la flexibilidad de las Fuerzas Armadas.

Al esfuerzo en defensa también debe asociarse el resto de la sociedad, indicó Macron, que señaló que se reforzará el servicio cívico, que introdujo a su llegada al poder y al que han acudido unos 50.000 jóvenes, y se doblará el número de reservistas.

La inversión militar, indicó el actual presidente, es esencial pero debe ir acompañada de otras para asegurar la independencia alimentaria, energética y económica.

«Independencia no es autarquía», recalcó Macron, quien quiso así diferenciarse de otros rivales, en particular los de la extrema derecha, que preconizan un «repliegue» que rechazó en favor de «una Francia abierta al mundo».

Tras rendir homenaje a los agricultores y ganaderos franceses, «que alimentaron a la nación durante la pandemia», Macron prometió una reforma en los próximos años para sustituir a la actual generación que se jubila y apostó por una agricultura ecológica, de proximidad y de calidad.

También anunció un plan de inversión en renovables, para depender menos del exterior y ayudas a la compra de coches eléctricos, con el fin de que Francia se convierta en el primer país del mundo en prescindir de las energías fósiles.

A ello se suma su apuesta por la nuclear, que le llevará a levantar seis nuevos reactores y comenzar el estudio de otros ocho, al tiempo que la solar se multiplicará por diez.

Macron prometió además inversiones y actuaciones para reducir el consumo energético y desarrollar la investigación y el desarrollo industrial en sectores como nuevos materiales, semiconductores, inteligencia artificial o biomedicina.

 

EFE

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