Hablar de salud en Venezuela es referirse a un problema de vieja data que tiene más de un lustro en terrible agonía, siendo uno de los causales de peso a la hora de que la ONU declarase la emergencia humanitaria compleja en nuestra tierra.
Sobre ese punto, la pandemia del covid y las cifras de la misma el equipo de Soy Nueva Prensa conversó con el Dr. Jaime Blas Lorenzo, director ejecutivo de Médicos Unidos de Venezuela, la ONG que con mayor énfasis se ha ocupado de la dotación de equipos de protección personal para los profesionales de la salud durante la pandemia, que recoge estadísticas de la realidad sanitaria venezolana y lleva operativos de ayuda y apoyo a las comunidades recónditas y desasistidas.
El doctor Lorenzo explicó el diagnóstico de la situación del sector médico en el país, con énfasis en el sistema público, donde rápidamente el galeno nos puso sobre el origen fundamental de la crisis actual. Pues según enfatizó no hay una política de salud en Venezuela que afecta todos los órdenes y viene desde antes del inicio de la pandemia.
Hay grandes carencias para enfrentar la pandemia
En torno al Covid 19 apuntó que a la crisis hospitalaria previa se suma que no solamente hay carencias en la prevención de la pandemia, sino además en la dotación de los implementos de seguridad y protección necesarios, y hasta en los protocolos para atender un paciente en un hospital o ambulatorio, pues hay que tener bien claro que ya la enfermedad no está sólo en los centros centinelas, sino en todos los niveles de atención pública y privada, pues después de un año los pacientes han acudido a todas partes y hay una gran cantidad de pacientes que son asintomáticos y van a consulta.
A esto se suma la escasa protección de seguridad al personal, de medicamentos, las fallas en los servicios públicos como agua y electricidad en los centros asistenciales que impide cumplir con algo tan vital como el continuo lavado de manos.
La salud no se puede encarar desde una visión político-ideológica
Al preguntársele sobre la razón de origen de la crisis y de la misma gestión de la pandemia, El Dr. Lorenzo comentó que: “Cuando se ven los problemas sólo desde la visión ideológica y política es un fracaso para quien le corresponde llevar las acciones en una situación de pandemia o desastre natural; y si no tienes capacidad suficiente o tienes fallas, debes elaborar un plan y llamar a los que saben sin ningún tipo de limitación, para hacer un proyecto conjunto.”
Por eso desde Médicos Unidos de Venezuela siguen tocando puertas -insistió Lorenzo-, “como hermanitas de la caridad para conseguir lo que hace falta y poder entregar aunque sean unos tapabocas o implementos que impidan que otro profesional de la salud vaya a fallecer por falta de insumos básicos como ya ha pasado.”
La diáspora médica
Por si la situación no fuera ya bastante compleja el director Ejecutivo de MUV le sumó nuevos elementos agravantes al comentar que desde antes de llegar a la pandemia hubo una migración forzada de personal de salud de todas las áreas a otros países, que hoy están agradecidos de haber recibido una gran cantidad de profesionales de alta calidad y gran humanidad que hacen a los sistemas de esas naciones de acogida, mejores; y lo más increíble es que no gastaron nada en formarlos.
Sin embargo -comentó el galeno-; “a pesar de los bajos salarios los profesionales de la salud siguen acudiendo a sus puestos de trabajo, atendiendo a la gente, somos de los pocos profesionales que pagamos para trabajar, pues un sueldo no alcanza ni para el pasaje. Hay personal de salud desnutrido y mal alimentado por esos salarios que se perciben, hay compañeros que se han desmayado en áreas quirúrgicas porque no habían cenado ni mucho menos desayunado, y hay enfermeras que han pasado por lo mismo y es una realidad que no podemos negar ni obviar.”
Salarios insuficientes y desfasados en el tiempo
Como ejemplo de la crítica situación económica del sector, resalta Lorenzo que el salario de un profesor especialista II con 25 años de graduado, 2 posgrados y especializaciones hasta el 30 de abril era de 18 dólares. Y la situación de las enfermeras es peor aún. Comentó que cuando se graduó de médico “con mi salario tenía un plan de vida, que implicaba crecer y mejorar, sostener una familia y profesionalizarme más en lo que me gustaba; hoy con un salario de 16 o 18 dólares se pregunta cómo puede un joven médico hacer un plan de vida. Y por eso hay que pensar qué está pasando que no tenemos las condiciones de vida mínimas; y mucho menos cosechar de nuestro país lo que nos puede dar en un escenario normal.”
526 sanitarios fallecidos al inicio de semana
Sobre las estadísticas que recoge Médicos Unidos de Venezuela, señaló que las diferencias con las cifras oficiales son muy grandes, y aunque las suyas no son del gobierno, sino producto de la atención y registro que realizan los médicos de la organización en el país, en el diagnóstico epidemiológico, clínico y otras consideraciones de su campo. El resultado de esa comparación arroja una desigualdad que llama poderosamente la atención por la diferencia abismal.
Agrega además que sus cifras son verificables y bien sustentadas, reportando que a la fecha son 526 miembros del personal de salud fallecidos por el Covid 19, entre ellos destacan 362 médicos, 103 enfermeras, 13 odontólogos y 48 miembros de otras profesiones y obreros de la salud.
Se agravan los demás cuadros clínicos
Además hay que destacar que la pandemia de Covid no deja espacio para atender a los hipertensos, al paciente oncológico, a los nefrópatas, los pacientes transplantados, a las mujeres embarazadas que van a la consulta a atenderse su embarazo. Y todavía peor, a la lista de pacientes que están esperando ser operados y que conforman la otra realidad de la salud nacional, el retraso de incontables casos no atendidos.
Así quedaron igualmente relegadas al olvido las otras enfermedades tradicionales como el paludismo, sarampión, difteria y las otras más que se inmunizaban mediante un proceso de vacunación que no se está haciendo. Y a lo que no se le presta la atención. Pues los médicos -aclara- ,no se forman para hablar de muerte sino para hablar de vida, y en el caso de tratar la primera debe tener una dignidad intrínseca.
Emergencia Humanitaria compleja
Antes del 2014 MUV se sumó al llamado de muchas ONG y la ONU por la declaratoria de la emergencia humanitaria compleja que atraviesa Venezuela, con problemas graves en todos los sectores. Narró Lorenzo que la ONG entró con diversos planes además de formular nuevos el año “Como organización estamos trabajando en función de crear un mecanismo de atención de salud de tipo psicológico a la población y al personal sanitario desplegado por el impacto de la pandemia, buscando igualmente poner en blanco y negro la situación nacional, que es crítica, pues por ejemplo la desnutrición está presente y hay que cuantificarla para demostrarla, los neonatólogos han detectado desnutrición en menores de seis meses, lo que es un hecho grave y debemos demostrarlo.”
Cuando hay un sistema de salud que ya está dañado y no hay políticas de equipamiento, de mantenimiento correctivo o preventivo, cuando hay equipos en hospitales que ya dieron su vida útil, o cuando no hay dotación suficiente para atender a los pacientes; y en las redes podemos ver los listados que tienen que llevar los ciudadanos para poder ser atendidos en un centro asistencial público, las pruebas muestran la grave situación de la salud, multiplicada por el caso pandemia.
El plan Nacional de Vacunación que aún no arranca
Ante la gravedad y alcance de la pandemia y las características mutagénicas del virus, surge con mayor intensidad la necesidad de conseguir un nivel de compromisos colectivos para hablar de la necesidad de apoyar nuestro sector o comunidad, además del uso continuo de la mascarilla y mantener la distancia social, y acudir al médico en caso de malestar.
Por supuesto se requiere de un plan nacional de vacunación que no termina de arrancar y que según el Dr. Lorenzo, debió haberse hecho el año pasado cuando se sabía ya que había unas farmacéuticas buscando una vacuna, que fue lo que hizo Chile, ordenándole a sus embajadores contactar esas empresas en el mundo para empezar a negociar. Ese es el inicio de un plan de vacunación en cualquier país, entendiendo que ninguna farmacéutica en el globo iba a hacer suficientes vacunas para todos.
Le han planteado al gobierno diferentes vías posibles para ir hacia esa vacunación, incluso con miembros del sector médico que forman parte de la Covax, pero hasta ahora no ha habido respuesta. Ello les ha ampliado la necesidad de fortalecer el procedimiento para tratar a los infectados sin crear falsas expectativas a la gente.
Comentó finalmente del Director de MUV, que “para un plan de vacunación hay que dejar de lado el componente político para pensar en un plan global, llamar a los que saben, a los mejores, a los múltiples expertos que deben ayudar para que la gente sepa que hacer, como por ejemplo los comunicadores sociales, con la gente del sector privado que tiene la logística del transporte y la cadena de frío para refrigerar las vacunas, las enfermeras que vacunan y los médicos que acompañan y vigilan. Se trata de una campaña masiva que debe atender a unos 18 millones de personas y reclama el concurso de todos para lograr el éxito. Y aquí reinvidica la herencia del personal de salud venezolano que logró herradicar muchos males en el país con las vacunas, con nombres tan ilustres como Luis Razetti, Pablo Acosta Ortiz, Enrique Tejera, Arnaldo Gabaldón, José Gregorio Hernández, Jacinto Convitt que ayudaron a construir nuestro sistema de salud. Su recomendación final a los venezolanos, que todos se cuiden, que no bajen ninguna de las medidas de prevención contra el Covid.”
El año pasado nadie conocía un enfermo sino a través de las noticias, este año todos conocemos o tenemos un familiar afectado por la Covid. Por eso no se puede andar dejando de lado el proceso de vacunación. Hace falta darle una respuesta a la gente que quiere ser vacunada, no recibiendo respuestas del Gobierno como se quedó esperando la Academia de las Ciencias. Por eso Jaime Lorenzo “pide al gobierno que escuche la voz del pueblo que quiere ser vacunado, que está consciente de que es la forma de vencer al Covid.”
Gustavo Montaña
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