El expresidente de Bolivia Carlos Mesa habla hoy, durante una rueda de prensa, en la ciudad de Santa Cruz (Bolivia). EFE/Juan Carlos Torrejón

La Paz.- El expresidente de Bolivia Carlos Mesa dijo que el sistema judicial del país está en «un punto de podredumbre completa» y reiteró su apoyo a las manifestaciones que exigen la liberación del gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, detenido bajo el proceso «golpe de Estado I».

En una rueda de prensa en la ciudad de Santa Cruz, el también líder de la fuerza opositora Comunidad Ciudadana (CC) dijo que la región de Santa Cruz, motor económico del país, y Bolivia en general «viven un momento crítico».

Acompañado de legisladores y otras autoridades de Santa Cruz, el expresidente reiteró su «solidaridad con el departamento» ante las «circunstancias que se han vivido en los últimos días con el secuestro y prisión ilegal e inconstitucional del gobernador» Camacho.

Esta situación «no hace sino ratificar una acción del Gobierno nacional que ha convertido al Ministerio Público y al Poder Judicial en un instrumento de persecución sin ningún tipo de consideración y de respeto a la norma y a la ley contra los opositores políticos» a la Administración del presidente Luis Arce, señaló Mesa.

«Estamos llegando a un punto de podredumbre completa del sistema judicial y del órgano del Ministerio Público que son ya militantes del MAS», el partido gobernante Movimiento al Socialismo que lidera el expresidente Evo Morales, y «que reciben órdenes del poder Ejecutivo para llevar adelante sus arbitrariedades», agregó.

Mesa señaló que entre las «arbitrariedades están la violación sistemática de los derechos humanos de las personas afectadas, persecución sin ningún tipo de límites y aprovechando las circunstancias de cualquier argumento falaz como el que se ha producido con el caso del gobernador de Santa Cruz».

Para el expresidente estos hechos representan «una situación de casi 200 presos políticos en Bolivia, el cuarto país de Latinoamérica con el mayor número de presos políticos después de Cuba, Venezuela y Nicaragua».

«La acusación» contra el gobernador Camacho, la expresidenta interina Jeanine Áñez, contra exministros, exmilitares y expolicías y líderes cívicos «es una falacia completa, no existe el caso de terrorismo, la acusación carece de mínimo fundamento y por su puesto no hubo un golpe de Estado», señaló.

En las fallidas elecciones de 2019 Mesa fue el contendor de Morales y considera que lo que busca el MAS, el Gobierno y el propio expresidente es «blanquear el gigantesco fraude» en esos comicios.

Sobre los pedidos de algunos oficialistas de que se le procese en el caso «golpe de Estado I», del que por el momento ha sido vinculado como testigo, Mesa reconoció que está «preocupado sin duda», pero aclaró que siempre estará disponible para cualquier requerimiento que le haga la Justicia «entendiendo que siempre podrá existir una arbitrariedad».

Para este martes están previstas una serie de movilizaciones y marchas a nivel nacional para exigir la liberación del gobernador de Santa Cruz.

Mesa aclaró que no participará en las marchas para «no politizar, ni electoralizar» las demandas de las organizaciones sociales y cívicas.

Camacho fue detenido por el supuesto delito de terrorismo en el marco de la investigación del caso denominado «golpe de Estado I» por la crisis política y social de 2019 y cumple su detención preventiva en la cárcel de máxima seguridad de Chonchocoro, en el altiplano paceño.

Este fin de semana Camacho escribió una carta a sus militantes en la que señala que el MAS vive «su momento final» y llamó a una «lucha nacional» por la democracia.

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