Nueva Delhi.- Miles de personas volvieron a manifestarse este viernes en numerosas ciudades de la India por decimonoveno día consecutivo contra una enmienda a la Ley de Ciudadanía que consideran antimusulmana, pese a las restricciones y los cortes al servicio de internet impuestas por las autoridades en algunos lugares.

Cientos de personas se concentraron a las puertas de Jama Masjid, la gran mezquita de Nueva Delhi, tras el tradicional rezo del viernes y corearon de forma pacífica eslóganes para mostrar su repulsa a una norma que prevé otorgar la ciudadanía india a inmigrantes ilegales procedentes de países vecinos pero que excluye a los musulmanes.

No obstante, la asistencia a esa concentración fue menor que la de una semana antes.

Paralelamente, cientos de personas marcharon portando banderas indias desde el sureño barrio delhí de Jor Bagh con objeto de llegar a la residencia del primer ministro, Narendra Modi, pero la policía detuvo su avance, según mostró la cadena de televisión delhí NDTV.

RESTRICCIONES EN UTTAR PRADESH

Un grupo de estudiantes de la universidad de mayoría musulmana Jamia Millia Islamia de la capital, donde un polémico desalojo hace dos semanas redobló las protestas, marchó hacia la fuertemente protegida por la policía sede en Delhi del Gobierno del estado norteño de Uttar Pradesh.

Los estudiantes se manifestaron contra la actuación policial en ese estado, donde se registraron la mayoría de las al menos 25 muertes registradas en todo el país desde que comenzó esta contestación social.

La Policía de Uttar Pradesh desplegó este viernes numerosas fuerzas en distintas ciudades y estableció restricciones al derecho de reunión, además de suspender los servicios de internet en 21 de los 75 distritos del estado, informó el jefe del cuerpo O.P. Singh en rueda de prensa.

Agregó que la situación está «bajo control» en la región.

Las protestas contra la enmienda legal se sucedieron también en otras ciudades de la India como Bangalore (sur), Calcuta (este), Hyderabad (centro) y Bombay (oeste).

En esta última ciudad, seguidores del gobernante partido Bharatiya Janata (BJP) realizaron una manifestación a favor de la polémica ley.

El jefe de la Organización de Imanes de la India, Umer Ahmed Ilyasi, aseguró a la agencia local ANI que una delegación de clérigos musulmanes, académicos, intelectuales y parlamentarios se reunirá «muy pronto» con Modi y el ministro del Interior, Amit Shah, principal promotor de la enmienda legal.

EXPULSIÓN DE EXTRANJEROS

Además de las restricciones impuestas a los locales, las autoridades indias han expulsado hasta el momento a dos ciudadanos extranjeros por sumarse a las manifestaciones.

El último caso se produjo este mismo viernes, cuando una turista noruega que participó en manifestaciones y publicó fotografías afirmó que fue obligada a abandonar el país.

«Hace un par de horas la Oficina de Inmigración apareció de nuevo en mi hotel. Me dijeron que abandonara el país de una vez o tomarían acciones legales», escribió esta mañana la turista noruega Janne-Mette Johansson en su cuenta de Facebook.

«El funcionario de la Oficina (de inmigración) no me dejó hasta que vio que tenía mi billete de avión», relató y explicó que solicitó una explicación «por escrito» que le fue negada.

Desde la Oficina Regional de Registro de Extranjeros (FRRO) de Kochi, en el estado sureño de Kerala, un funcionario aseguró a la agencia PTI que su departamento está «investigando» a una turista europea por «incumplir las normas de su visa», pero no confirmó las acciones tomadas contra ella ni que hubiese sido expulsada.

La mujer, que se encontraba haciendo turismo en la popular ciudad sureña, publicó en la misma red social el pasado 23 de diciembre varias fotografías de las protestas en dicha localidad y en una de ellas aparece ella portando una pancarta, junto a un texto apoyando a las marchas.

El lunes, abandonó el país el estudiante alemán de posgrado, de intercambio en el Instituto Indio de Tecnología (IIT) de Chennai (Tamil Nadu), Jakob Lindenthal, que también participó en las protestas contra la ley de ciudadanía.

Lindenthal relató en una entrevista al diario The Indian Express que los funcionarios de Inmigración le interrogaron sobre su participación en las protestas y le exhortaron a salir del país, también sin notificárselo por escrito.

La enmienda legal fue aprobada por las dos cámaras del Parlamento indio hace dos semanas y desde entonces la contestación social ha mantenido su pulso al Ejecutivo de Modi con numerosas manifestaciones que, especialmente la semana pasada tuvieron un cariz violento que dejó numerosos destrozos y más de una veintena de fallecidos, la mayoría en Uttar Pradesh.

En concreto, la norma busca regularizar a los inmigrantes ilegales con origen afgano, paquistaní y bangladesí llegados a la India antes del 31 de diciembre de 2014 y pertenecientes a las religiones hindú, sij, budista, jain, parsi y cristiana.

Alejandro R. Otero EFE

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