Moscú.- Moscú endureció el control de la cuarentena en la capital rusa con la introducción de pases digitales para los ciudadanos que tengan que ir al trabajo o moverse por otras circunstancias justificadas en la ciudad, ante el fuerte aumento de los casos de coronavirus, y entre problemas y críticas.
Siguiendo el ejemplo de China, la Alcaldía de Moscú ha concedido hasta ahora unos 2,3 millones códigos QR, que los moscovitas pueden solicitar en línea, por teléfono o a través de un mensaje corto si tienen que ir al trabajo, a centros médicos o trasladarse en transporte público o privado por la ciudad para llegar a un supermercado, a la casa de campo o a una estación ferroviaria.
Moscú registra fuertes aumentos de casos
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, atribuyó esta medida a la falta de disciplina de los moscovitas, que no cumplieron con las recomendaciones de las autoridades de permanecer en casa durante la cuarentena y solo salir para realizar las pocas actividades autorizadas.
La capital registró un aumento de 1.774 casos, hasta sumar un total de 14.776. Además han fallecido 196 personas.
La capital representa más del 60 % de todos los casos de coronavirus en Rusia, que experimentó un nuevo récord diario con 3.388 nuevos positivos, hasta 24.490. En total han fallecido 198 personas por la COVID-19 en el país.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha dicho que la evolución de la situación epidemiológica no va en la buena dirección y ha pedido estar preparados para todos los escenarios.
La viceprimera ministra Tatiana Golikova indicó que esta semana y el principio de la próxima en Moscú aún irán aumentando los casos antes de registrar un aplanamiento de la curva.
Problemáticas iniciales con los pases digitales
La implementación de los salvaconductos en Moscú, una ciudad de 13 millones de habitantes, no ha estado exenta de problemas iniciales.
A primera hora de la mañana se formaron grandes atascos en las carreteras a la entrada de la capital de hasta cinco kilómetros en algunos casos, y en algunas estaciones de metro se produjeron aglomeraciones de viajeros por los controles de los pases digitales -junto a los pasaportes- por parte de agentes de la Policía.
Eso llevó a que la mayoría de las personas algunos sin mascarillas, según las fotografías de usuarios publicadas en redes sociales no guardara la distancia social de 2 metros recomendada.
Sobianin reconoció en la red social Twitter que esta mañana se generaron colas en las entrada de las estaciones del metro, algo «crítico» en la situación actual.
Por eso pidió a la Policía que organice los controles de tal manera que no conlleven a «aglomeraciones masivas».
Pasada la hora punta desaparecieron las colas y el número de pasajeros era notoriamente inferior al de días anteriores.
Tanto en el metro como en los autobuses, hay asientos que lucen una pegatina roja con el signo de prohibido sentarse para marcar la distancia social entre sus usuarios.
Críticas de oposición y organizaciones de derechos humanos
La implementación de los pases digitales también ha generado críticas entre organizaciones de derechos humanos, activistas y opositores, en una ciudad en la que miles de cámaras de vigilancia ayudan además a vigilar el cumplimiento de la cuarentena de personas que deben quedarse en casa o reciben tratamiento en sus hogares.
El líder opositor Alexéi Navalni se preguntó en Twitter si no se podía haber pensado antes en controles automatizados.
La organización de derechos humanos Agora consideró a su vez «ilegal» la medida de Sobianin, al afirmar en su canal de Telegram que «ciertas restricciones a los derechos y las libertades solo pueden establecerse en un estado de emergencia con una indicación obligatoria de los límites y la duración».
El alcalde ha asegurado que el almacenamiento de datos personales recogidos para la emisión de los códigos QR se hará «acorde a la legislación sobre datos personales» y que al término de su aplicación «la información sobre los pases será destruida».
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