La trágica muerte de Matthew Perry, recordado por su icónico papel como Chandler Bing en la serie de televisión «Friends», podría destapar una red de tráfico de drogas en el corazón de Hollywood.
Las investigaciones, llevadas a cabo por el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) en colaboración con la Administración de Control de Drogas (DEA) y el Servicio de Inspección Postal de Estados Unidos, han revelado conexiones inesperadas.
La autopsia y sus hallazgos
De acuerdo con El Universal, la autopsia de Perry señaló que la causa de su muerte fueron los «efectos agudos de la ketamina», un anestésico también utilizado en terapias para tratar depresión, ansiedad y adicciones.
Sin embargo, los investigadores han descubierto que esta tragedia podría estar relacionada con una red clandestina de distribución de sustancias en la meca del entretenimiento.
Una actriz de la lista B, cuya identidad aún se mantiene en secreto, está bajo investigación en relación con la muerte de la estrella.
Durante años, ella y Perry compartieron una cercana amistad y fueron fotografiados juntos en el consultorio de un médico conocido por prescribir ketamina.
Las autoridades examinarán su teléfono celular en busca de mensajes que puedan arrojar luz sobre este oscuro episodio.
Brooke Mueller y otros posibles implicados
Brooke Mueller, exesposa de Charlie Sheen, está vinculada a la investigación, aunque no ha enfrentado cargos.
Las autoridades incautaron su iPhone y laptop en una residencia en Los Ángeles. Mueller ha negado cualquier conexión con la muerte de Perry.
La industria del entretenimiento está en alerta, consciente de los riesgos del abuso de sustancias.
Perry, quien luchó durante años contra la adicción al alcohol y a los opioides, compartió sus experiencias en su libro de memorias de 2022, «Friends, Lovers, and the Big Terrible Thing».
Aunque había recibido terapia de infusión de ketamina, su última sesión conocida fue una semana y media antes de su muerte. Esto sugiere que pudo haber obtenido la dosis fatal de otra fuente.
El legado de Matthew Perry se ve empañado por esta sombría investigación, y Hollywood enfrenta una dura realidad: incluso las estrellas más brillantes pueden caer víctimas de las redes de drogas.
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