Miami.- Las plataformas de contenido por suscripción tales como Netflix, Amazon Prime o HBO han remodelado por completo la industria del entretenimiento audiovisual en poco menos de una década.
Las serie viven una era dorada, cada vez son más las películas que se estrenan directamente online, y el número de personas que consumen de manera compulsiva las producciones ofertadas en los vastos catálogos que reúnen estos servicios streaming va en aumento cada año.
Pues bien, Netflix dio ayer una información que sirve para subrayar el brutal crecimiento que ha experimentado este sector. El gigante digital no comparte habitualmente sus datos de audiencia, y cuando lo hace, se trata de selecciones cuidadosas, no auditadas por terceros, y que, por lo tanto, resulta difícil que sirvan como base para hacer un estudio en profundidad.
Pero pese a este ‘ocultamiento’, y a los criterios un tanto discutibles que tiene la compañía para ‘contar’ a los espectadores (solo dos minutos de visionado de un capítulo o película ya suman), lo cierto es que no se puede discutir la magnitud de los números que maneja Netflix.
La compañía expidió ayer un titular poderoso: la serie más vista de su historia es ‘Los Bridgerton’. Según han comunicado sus responsables, 82 millones de hogares siguieron (o vieron al menos dos minutos, recordamos), la primera temporada de esta historia romántica, de alto voltaje erótico, basada en las populares novelas de Julia Quinn. Y lo cierto es que esta ficción de época lleva sonando fuerte desde que se estrenó las pasadas Navidades.
«Los Bridgerton» está ambientada en el Londres de la segunda década del siglo XIX y cuenta el apasionado romance que brota entre la primogénita de una familia de bien, Daphne Brigerton, y el seductor soltero duque de Hastings, así como la alianza que establecen ambos para tratar de combatir los escándalos, calumnias y trapos sucios de la alta sociedad que está sacando a la luz una enigmática dama en un periódico local.
La serie, creada por Chris Van Dusen y producida por Shonda Rhimes cuenta con Phoebe Dynevor y Regé-Jean Page en los papeles principales. El estreno de su primera temporada ha superado el de otras sonadas producciones de Netflix como ‘The Witcher’ (76 millones de espectadores), ‘Lupin’ (70 millones) o ‘Gambito de dama’ (62 millones).
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