Un evento que preocupa a los padres es la aparición de fiebre en su hijo posterior a la administración de un fármaco. Resulta muy difícil anticipar la aparición de una fiebre inducida por fármacos. Discernir si la fiebre esta determinada por la patología que estamos tratando o por el fármaco que estamos utilizando es un dilema que debemos resolver con un análisis exhaustivo de la situación.-
Las reacciones adversas a los medicamentos son efectos no deseados, nocivos, que ocurren a la dosis utilizada en la prevención, diagnóstico o tratamiento de una enfermedad. Su incidencia se estima entre un 10 a un 15% entre los pacientes hospitalizados. Sucede durante o poco tiempo después de la administración de un fármaco y desaparece luego de descontinuarse, sin que existan evidencias clínicas o paraclínicas de procesos infecciosos o no infecciosos que puedan explicarlas.-
Los fármacos son la causa del 1% al 3% de los casos de fiebre prolongada de origen desconocido, tanto en adultos como en niños.-
Se conocen diversos mecanismos a través de los cuales los fármacos pueden causar fiebre: reacciones vinculadas a la administración de la droga, acción farmacológica, alteración de la termorregulación, reacción idiosincrásica o reacciones de hipersensibilidad en la mayor parte de los casos. Son muchos los fármacos que pueden producir fiebre dentro de sus reacciones adversas. Los antibióticos, especialmente los betalactamicos (penicilina y sus derivados) se encuentran dentro de los más frecuentes.
Los pirógenos exógenos estimulan a los leucocitos para producir pirógenos endógenos (citoquinas, endotoxinas bacterianas) que estimulan el hipotálamo para la producción de fiebre.-
En el caso de los fármacos, los mecanismos a través de los cuales se produce fiebre no están bien aclarados, su aparición es independiente de la dosis, de la velocidad de administración y de las soluciones utilizadas para su dilución.
Reconocer a tiempo el probable origen de una fiebre es beneficioso para evitar el riesgo de reacciones adversas más graves y la incomodidad de pruebas diagnósticas innecesarias para determinar el origen de la misma. Además que acorta el tiempo de cumplimiento del tratamiento y hospitalización, disminuyendo así los costos.
Aunque el diagnóstico de fiebre por fármacos es un diagnóstico de exclusión, siempre habrá que tenerlo en cuenta. Es necesario tener bien claro este evento en nuestra práctica diaria para así poder calmar a los padres cuando vean a su hijo con escalofríos y posterior aumento brusco de la temperatura corporal una vez administrado un tratamiento.
Hasta la próxima.
Dr. Hugo Lezama Hernández
Pediatra Puericultor, Egresado de la Universidad de Oriente (UDO)
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