La ansiedad se refiere a que la persona siente temor sin tener pleno conocimiento de su causa, mientras que la angustia es una forma más exagerada de la ansiedad, pero en esta última hay cambios fisiológicos, expresiones constrictivas y neurovegetativas. En la niñez estos dos conceptos, angustia y ansiedad, se pueden considerar lo mismo.
El miedo es el temor a una situación externa determinada y casi siempre objetiva o real, tales como oscuridad, animales, personas extrañas o fantasmagóricas, soledad, ruidos extraños, situaciones desconocidas o de peligrosidad.
El miedo tiene expresiones variables de acuerdo a la intensidad y el momento en que actúa la situación, tales como llanto explosivo,gritos,temblor,expresiones faciales,sudoración,alteraciones del pulso y de la respiración, tendencia a huir del objeto amenazador y hasta signos orgánicos(vomitos,diarrea,micción involuntaria, inapetencia).Siempre habrá niños miedosos, muy miedosos, o niños arrojados. El miedo se puede considerar una reacción normal a algo amenazante, según la interpretación del niño, pero cuando se hace fácil ante todas las cosas, debe ser atendido.
Las manifestaciones de ansiedad se parecen a las del miedo, pero son más sutiles, más disimuladas, o con ciertas y determinadas formas de expresión, tales como falta de concentración,inquietud,tristeza leve, apatía o aparente indiferencia, déficit de atención y retención y estado de alerta muy sensible.
La angustia tiene expresiones más acentuadas, la cual se puede manifestar con ataques de pánico, de terror del niño el cual se puede presentar con los ojos desencajados, sudoroso, tembloroso, taquicardia, respiración rápida, dolores abdominales, diarrea o vómitos. Puede presentar pesadillas o terrores nocturnos. El niño puede desarrollar conductas no deseables como lo es comerse las uña(onicofagia),timido,hiperactivo déficit escolares.
Las causa más frecuentes desencadenadoras de estas conductas pueden ser situaciones atemorizantes previas como explosiones, agresión por animales,peleas,asesinatos,asaltos,incendios,inundaciones,muerte de un familiar ,accidentes,quemaduras,shock eléctricos,heridas,o acciones violentas vistas a través de la prensa, cine ,televisión, redes.
Ambientes hogareños tensos, llenos de frecuentes actos de violencia, o contagiadas desde padres fuertemente neuróticos. También se puede manifestar cuando el niño no se siente querido o se siente rechazado, miedo a castigos frecuentes, enfermedades crónicas que produzcan minusvalía, amenaza de separación de los padres. Además madres sobreprotectoras intensifican el apego a estas con condicionamiento de ansiedad en el niño. Los miedos provocados por el “coco”, el “doctor que lo va a inyectar si no come”. Además raptos y secuestros, violaciones.
El temor no siempre es negativo, así es bueno de que el niño le tenga miedo a los vehículos, al fuego, a las aguas profundas, atravesar las calles con traficos, tratar a personas extrañas en la calle y cuando se está solo.
Los padres ante dichos episodios negativos de angustia o miedo, deben siempre adoptar una actitud serena y tranquilizadora para el niño. Evitar la repetición de los hechos que provoquen dichas crisis, pero no evitar hablar sobre tales hechos; al contrario, cuando el niño vuelva a recordarlos, conviene conversar tranquilamente sobre ellos e insistir sobre los motivos por los cuales no se debe temer.
Se debe promover un ambiente de tranquilidad en el hogar, evitando las escenas atemorizantes. Ser cariñoso por igual con todos sus hijos independientemente de que tenga padres diferentes. Jamás se deben burlar de los niños, sino más bien infundirles seguridad y confianza y demostrarles que tiene suficientes dotes y habilidades para hacer frente a las situaciones que generen miedo o angustias.
Nunca se debe obligar por la fuerza a un niño a que se ponga en una situación temerosa. Debemos ir manejando cada una de las situaciones que generen temor en el niño de una forma muy particular según sea el caso, premiando al niño en cada paso que haga para vencer sus temores.
Hasta la próxima.-
Dr. Hugo Lezama Hernández.
Pediatra Puericultor. Egresado de la Universidad de Oriente (UDO).
Miembro activo de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría. Filial Bolívar. Secretario de Relaciones Institucionales, Período 2021-2023.-
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