Klinsmann reconoció en la rueda de prensa previa al partido que le resulta estimulante «la posibilidad de empezar trabajar ahora con los jugadores, de entender sus cualidades, de entender sus fortalezas, ver algo de sus puntos débiles».
«Con base en eso, obviamente queremos jugar un fútbol atractivo y queremos jugar un fútbol que disfruten los jugadores», añadió.
El alemán definió a los cafeteros como un buen equipo «que está muy hambriento porque no se clasificaron para Qatar y no lograron el éxito que supuso Qatar para Corea».
Klinsmann, que apenas ha tenido tiempo para estudiar jugadores desde que fue nombrado en febrero, se ha llevado prácticamente al mismo plantel de 26 hombres que logró clasificarse como segundo de grupo, por delante de Uruguay y Ghana, para después caer en octavos ante Brasil.
«Nuestro objetivo a nivel realista era alcanzar los octavos y creo que hicimos un buen Mundial», dijo en la misma rueda de prensa el capitán surcoreano, Son Heung-min, que cree que una victoria mañana sería una buena manera de agradecer el apoyo de la afición nacional durante el torneo, algo que él y otros seleccionados que juegan en Europa no pudieron hacer debido a que tuvieron que regresar a sus clubes nada más terminar la Copa del Mundo.
El futbolista del Tottenham inglés consideró positivo el hecho de que el bloque de Qatar se haya mantenido casi intacto porque dijo que los jugadores se conocen ya bien entre ellos.
«Tenemos que jugar a la manera que nos gusta jugar y divertirnos sobre el terreno de juego para poder darles a los aficionados una alegría», añadió en declaraciones que recoge la agencia Yonhap.
Corea del Sur y Colombia se enfrentan mañana en el estadio Munsu de Ulsan (305 kilómetros al sureste de Seúl) a las 20.00 hora local (11.00 GMT).
Ambas selecciones se han visto las caras en siete ocasiones, con cuatro victorias para los asiáticos, una para los cafeteros y dos empates.
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