Funeral por el dirigente militar de la Yihad Islámica Palestina Ali Ghali, este jueves , en la Franja de Gaza. EFE/EPA/HAITHAM IMAD

La posibilidad de una tregua pronto entre Israel y las milicias armadas de Gaza se desvanece, cada vez más lejana a juzgar por los mensajes poco alentadores de ambas partes; mientras continúa el intercambio de fuego, con bombardeos israelíes sobre la franja y el lanzamiento de cohetes desde el enclave.

Tras el ataque aéreo esta madrugada en Jan Younis, sur de la franja, en el que Israel mató a Ali Ghali, comandante de la fuerza de cohetes de la Yihad Islámica Palestina (YIP), además de a dos de sus familiares; la aviación israelí bombardeó objetivos del grupo en cinco ocasiones más en el tercer día de esta nueva escalda bélica.

En el último de ellos mataron esta tarde al adjunto de Ghali en la fuerza de cohetes, al subcomandante Ahmad Abu Daqqa, «responsable de los lanzamientos hacia Israel en los últimos días» en esta escalada que se ha cobrado la vida de 26 gazatíes -15 de ellos civiles incluyendo 6 niños- y causado 80 heridos.

OBJETIVOS DE LA YIHAD

El Ejército israelí aseguró que, desde que comenzaron los bombardeos la madrugada del martes, su aviación ha golpeado con acierto sobre 166 objetivos de la YIP, que incluyen viviendas de sus miembros e instalaciones militares, como lanzaderas de cohetes o fábricas y almacenes de armamento.

Por su parte, las milicias armadas de Gaza han efectuado desde ayer unos 550 disparos de proyectiles -la mayoría cohetes pero también morteros-, de los que 175 fueron interceptados por sus sistemas antimisiles.

Según Israel, 124 cohetes cayeron dentro de la franja y aseguran que han matado a cuatro civiles gazatíes, aunque se trata de informaciones difíciles de confirmar.

El disparo de cohetes a lo largo del día ha sido continuo -la pausa más larga no llegó a una hora-, sin ocasionar víctimas ni heridos hasta el momento en Israel, pero sí daños materiales, sobretodo en las ciudades de Sderot y Ashkelon, al sur de Israel, donde las alarmas antiaéreas no han dejado de sonar.

Esta misma tarde, la YIP publicó un vídeo amenazante en sus redes en el que se ve a sus milicianos preparando el lanzamiento de cohetes contra Israel mientras gritan en árabe: «Se hundirán».

«El enemigo continúa con sus crímenes contra quienes están seguros en sus hogares y pagará el precio por ello», había afirmado antes en un comunicado la Yihad Islámica, quien prometió venganza por la muerte de sus miembros; como ya juró el martes tras el «asesinato selectivo» de tres de sus líderes en bombardeos israelíes, lo que dio pie a esta nueva escalada.

Este grupo, considerado terrorista por Israel, EEUU y la UE, garantizó que el lanzamiento de cohetes «no se detendrá, sino que puede expandirse y aumentar su rayo de fuego», mientras circulan reportes sin confirmar en medios sobre un inminente cese el fuego.

DESMENTIDOS DE TREGUA

Sin embargo, fuentes oficiales israelíes se apresuraron a desmentir estas informaciones, según las cuales habrían accedido a las dos principales demandas de la YIP: frenar la estrategia de «asesinatos selectivos» de los cabecillas del grupo y devolver el cuerpo de Jader Adnan, el importante miembro de la YIP en Cisjordania que murió la semana pasada en una cárcel israelí tras 86 días de huelga de hambre.

De hecho, medios israelíes aseguran que el partido Likud, del primer ministro Benjamín Netanyahu, habría mandado un mensaje a sus ministros y parlamentarios negando haber hecho esas concesiones: «Todas las conversaciones sobre un alto el fuego con condiciones son noticias totalmente falsas ¡No hay alto el fuego! El primer ministro ordenó al Ejército atacar a la YIP con toda su fuerza y continuar con la política ofensiva seguida en su mandato», rezaba.

El ministro de Defensa, Yoav Gallant, instruyó esta tarde a las fuerzas armadas a preparar «una serie de operaciones adicionales» contra la Franja de Gaza y estar listos para el lanzamiento de cohetes de mayor alcance, tras una reunión para evaluar la situación de seguridad con el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, y el jefe del Shin Bet, Ronen Bar.

Según confirmaron a EFE fuentes egipcias, una delegación de la YIP llegó hoy a El Cairo para «estudiar la iniciativa de Egipto para calmar la situación y cesar las hostilidades en Gaza», que se mostró optimista ante la posibilidad de una tregua «tras recibir anoche una respuesta positiva al respecto por parte de Israel», aunque la realidad en el terreno apunta lo contrario.

Con el «asesinato selectivo» de tres líderes de la YIP -Jalil Bahitini, Tareq Az Aldin y Jahed Ahnam-, Israel lanzó el martes la operación «Escudo y Flecha», dirigida a desmantelar las capacidades del grupo, financiado por Irán -su principal enemigo-, que según dicen está extendiendo sus tentáculos a Cisjordania ocupada.

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