El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, anunció este sábado que deja de liderar su conservador Partido Progresista de Serbia (SNS), después de encabezarlo durante los once años que lleva en el poder, para lanzar un nuevo «movimiento», aunque seguirá siendo miembro de la formación gobernante.
«Nunca abandonaré este partido, solo creo que es necesario un enfoque diferente, reunir las fuerzas que quieren luchar por la victoria de una Serbia exitosa», dijo Vucic en el congreso del SNS, celebrado en la ciudad de Kragujevac, en el centro de Serbia.
Como su sustituto en la jefatura del partido ha sido elegido el actual ministro de Defensa y vicepresidente del Gobierno, Milos Vucevic, un jurista de 48 años y antiguo alcalde de Novi Sad -la segunda mayor ciudad serbia-, que milita en el SNS desde su fundación, en 2008.
Vucic, que seguirá siendo presidente de Serbia, no ha dado hoy detalles sobre el «movimiento» que dice querer impulsar. Previamente había asegurado que su objetivo principal será llevar a su país a la Unión Europea (UE), pero sin «romper las amistades con los amigos en el Este», en clara referencia a Rusia y China.
El anuncio del presidente tiene lugar un día después de que Belgrado fuera escenario de un mitin que aglutinó a decenas de miles de sus seguidores y en el que ofreció diálogo a los partidos de la oposición, tras criticar que intenten lograr cambios políticos a través de manifestaciones callejeras.
Serbia vive una fuerte oleada de protestas desatada por dos tiroteos que a principios de mes causaron 18 muertos, la mitad de ellos niños.
Se espera que miles de ciudadanos vuelvan este sábado a manifestarse en el centro de Belgrado contra el gobierno.
El SNS surgió en 2008 como una escisión del ultranacionalista Partido Radical Serbio. Vucic asumió su presidencia en 2012 y desde entonces la formación ganó todas las elecciones.
Los partidos de la oposición acusan a Vucic y al SNS de haber impuesto un régimen autocracia que controla y reprime a la prensa, alegaciones que él rechaza.
El jefe del Estado destacó hoy como logros del gobierno de su partido, las mejoras económicas, el desarrollo de infraestructuras y la estabilidad política.
Eso sí, admitió que el país aún encara desafíos, entre los que destacó las tensas relaciones con Kosovo, la antigua provincia serbia que en 2008 proclamó la independencia, pero que Belgrado no reconoce.
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!