Por primera vez en la historia, una misión espacial compuesta íntegramente por mujeres ha sido llevada a cabo, marcando un antes y después en la inclusión femenina en el sector aeroespacial.
La tripulación, liderada por la periodista y piloto Lauren Sánchez, novia del magnate Jeff Bezos, incluyó a figuras como la cantante Katy Perry, la exingeniera de la NASA Aisha Bowe, la astrofísica Amanda Nguyn, la periodista Gayle King y la cineasta Kerianne Flynn.
Esta misión, operada por Blue Origin —empresa propiedad de Bezos—, busca inspirar a más mujeres a incursionar en la ciencia y la exploración espacial.
Aunque Valentina Tereshkova fue la primera mujer en viajar al espacio en 1963, esta es la primera vez que un equipo completamente femenino logra esta hazaña.
Un despegue con emoción y música
El cohete New Shepard, nombrado en honor al primer astronauta estadounidense Alan Shepard, despegó desde Texas a las 15:30 horas.
Durante los 11 minutos de vuelo, las tripulantes experimentaron la ingravidez a 100 kilómetros de altura antes de descender con ayuda de paracaídas.
Katy Perry, visiblemente emocionada, cantó What a Wonderful World en el espacio y, al aterrizar, declaró: «No puedo recomendar más esta experiencia… le pongo un 10».
La artista también compartió un mensaje motivador: «Esta experiencia me ha enseñado cuánto amor llevas dentro hasta el día que despegas».
Bezos, testigo de un momento histórico
Jeff Bezos acompañó a las astronautas hasta la plataforma de lanzamiento y se despidió de Sánchez con un beso antes del despegue.
Minutos después del aterrizaje, el fundador de Amazon abrió personalmente la compuerta de la cápsula para recibirlas.
«He sentido una gran alegría… y espero que mucha más gente pueda sentir esto», expresó Sánchez, visiblemente conmovida.
Por su parte, Aisha Bowe, exingeniera de la NASA, aseguró: «Nunca volveré a ser la misma».
Un mensaje para las futuras generaciones
Gayle King, colega de Oprah Winfrey, destacó la paz que vivió en el espacio y envió un mensaje a los jóvenes: «Ningún sueño es demasiado grande».
La misión no solo fue un logro técnico, sino un símbolo de empoderamiento femenino.
Con esta hazaña, Blue Origin y sus protagonistas han abierto un nuevo capítulo en la exploración espacial, demostrando que el cielo ya no es el límite para las mujeres.
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