Durante siglos, la sabiduría popular ha advertido que comer mucho antes de dormir perjudica el descanso. Sin embargo, ahora la ciencia comienza a mirar de cerca cómo lo que cenamos podría influir también en lo que soñamos.
Investigadores de la Universidad MacEwan, en Canadá, publicaron en Frontiers in Psychology un estudio en el que participaron más de mil estudiantes. Durante cuatro meses, los participantes reportaron sus hábitos alimenticios, calidad del sueño y experiencias oníricas. Los resultados apuntaron a una conexión inesperada entre ciertos alimentos y pesadillas, explica DW en Español.
Lácteos, dulces y sueños perturbadores
Según el informe, el 40 % de los encuestados consideró que lo que comían influía en cómo dormían. Además, 5,5 % dijo que su dieta impactaba directamente sus sueños. Los productos más señalados fueron los postres (29,8 %) y los lácteos (20,6 %), descritos como causantes de sueños “extraños” o “perturbadores”.
En contraste, frutas, verduras e infusiones fueron asociadas con un mejor descanso. Pero el aspecto más intrigante del estudio fue la relación entre los lácteos nocturnos y quienes padecen intolerancia a la lactosa.
Intolerancia y señales del cuerpo mientras se duerme
El estudio halló una fuerte correlación entre pesadillas y síntomas digestivos en personas intolerantes a la lactosa. Tore Nielsen, especialista en neurocognición de sueños, explicó que quienes consumen lácteos sin digerirlos correctamente pueden experimentar señales somáticas durante el sueño—como hinchazón o calambres—que el cuerpo transforma en imágenes oníricas inquietantes.
Además, emociones negativas provocadas por malestar físico pueden filtrarse en los sueños, prolongando la ansiedad incluso al dormir.
Lo que viene: sueños y dieta bajo observación científica
Aunque la asociación es clara, los investigadores aún no concluyen si dormir mal lleva a comer peor o si es al revés. Por eso proponen realizar estudios controlados con grupos que consuman distintos tipos de lácteos antes de acostarse, para precisar el efecto que tienen en el sueño.
Finalmente, la conexión entre el estómago y la mente sigue dando de qué hablar. Y quizá, la próxima vez que sientas que tus sueños se tornan oscuros tras un yogur nocturno, no sea pura coincidencia.
¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!