Londres, Inglaterra. Expertos de la Universidad alemana de Tubinga y de la de Kent (Reino Unido) han analizado un fósil hallado en Alemania de una especie de simio previamente desconocida, que podría arrojar luz sobre cómo era esta especie antes de convertirse en bípeda.
La profesora de Geociencia de la Universidad de Tubinga, Madelaine Böhme, y su equipo han estudiado el fósil descubierto, llamado Danuvius guggenmosi, que cuenta con los huesos completos de sus extremidades.
Los científicos señalaron que este espécimen proporciona evidencia sobre una forma de comportamiento posicional, recientemente identificada y que se denomina «trepanación de extremidades extendidas».
El simio cuyo fósil se ha encontrado podría haberse colgado de las ramas por los brazos.
Sin embargo, a diferencia de otros simios, como los gibones o los orangutanes, que no usan sus piernas tanto como sus brazos para la locomoción, esta especie tenía extremidades posteriores que se mantenían rectas y podrían haber sido utilizadas para caminar.
Además, tenía también un dedo gordo, lo que significa que habría caminado apoyando la planta de los pies, por lo que, según los expertos, ilustra la forma en que los simios comenzaron a caminar con sus patas traseras antes de llegar al suelo.
Hasta ahora existían varias teorías para explicar el origen del bipedalismo homínido y la gran suspensión de simios, pero no se contaba con evidencia fósil.
Se ha sugerido que el bipedalismo homínido evolucionó a partir de un cuadrúpedo que ponía todo el pie en el suelo, similar a como se desplazan los monos actuales, o de un cuadrúpedo más suspensivo, parecido a los chimpancés existentes.
De modo que, aunque, como destacaron los responsables de la investigación, serán necesarios estudios posteriores, el hallazgo de este fósil aumenta significativamente el conocimiento sobre la evolución motora de los simios.
EFE
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