Este 17 de septiembre se celebra el Día Mundial del Donante de Médula Ósea y Sangre de Cordón Umbilical, una iniciativa de la World Marrow Donors Association (WMDA), con la que se busca recordar la importancia de la donación de médula ósea y la necesidad de informarse apropiadamente al respecto. 

En el marco de esta conmemoración, es imperioso conocer quiénes pueden ser donantes.

¿Qué es la médula ósea?

La médula ósea (MO) es el tejido esponjoso que se encuentra dentro de algunos huesos y es donde anidan las células madre, o progenitores hematopoyéticos (PPHH), generadoras de todas las células de la sangre (leucocitos, hematíes, plaquetas) y de diversas células de otros tejidos. Las células madre sanguíneas son las que necesita una persona que precisa un trasplante de médula ósea.

Las células madre sanguíneas son capaces de producir todas las células de la sangre, que son imprescindibles para la vida y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico.

¿Qué producen?

  • Los glóbulos blancos o leucocitos, encargados de la lucha contra las infecciones. Bajo esta denominación se incluyen distintos tipos celulares: las células mieloides (neutrófilos, monocitos, basófilos y eosinófilos) y las células linfoides (linfocitos T y linfocitos B).
  • Los glóbulos rojos o hematíes, responsables del transporte de oxígeno a los tejidos y de llevar de vuelta el dióxido de carbono de los tejidos a los pulmones para su expulsión. Los hematíes dan a la sangre su color rojo característico.
  • Las plaquetas o trombocitos, que colaboran en detener una hemorragia cuando se produce la rotura de un vaso sanguíneo.

Existen enfermedades tales como las enfermedades de la médula ósea o cánceres como la leucemia o el linfoma, donde hay una producción excesiva, insuficiente o anómala de un determinado tipo de células de la sangre derivadas de las células madre. En muchos de estos casos, el trasplante de células madre es la única opción terapéutica, ya que la curación tiene lugar al sustituir las células defectuosas por otras normales.

¿Quiénes puedes donar?

Pese a que se ha dicho que cualquier persona podía ser donante voluntario si contaba buena salud y con una edad comprendida entre los 18 y 55 años, los especialistas han demostrado que la probabilidad de éxito del trasplante guarda una estrecha relación con la edad del donante. Cuanto más joven es éste, mejores resultados se obtienen. Esto ha provocado que, de forma progresiva, se vaya limitando la edad máxima de los donantes a los 40 años.

El donante voluntario tendrá la responsabilidad de facilitar sus datos básicos (edad, dirección, teléfono y breve historial clínico) y que éstos, junto a los de compatibilidad, sean incluidos en el Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO), que le sea extraída una muestra de sangre para estudiar sus características de histocompatibilidad, y que una pequeña cantidad de la misma sea guardada en el laboratorio para poder ampliar el estudio en caso de aparecer un paciente compatible.

En la actualidad, más de 28 millones de personas en todo el mundo son ya donantes de médula, cifra a la que se añaden los más de 650.000 cordones de Sangre de Cordón Umbilical (SCU) almacenados en el mundo. 

 

Agencias 

 

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